En estos días tuve un antojo bastante raro, al menos para mí porque nunca lo había tenido. Ir a observar alguna obra de teatro, cualquiera. Luego de pensarlo en mi mente por unos momentos, concluí que el antojo se me dio debido a que, simplemente, se me vinieron a la cabeza los buenos recuerdos de la obra de teatro “El Fabricante de Deudas” de Sebastián Salazar Bondy presentada por el grupo de teatro Máscara en el Teatro Municipal del Cusco y las ganas de hacer algo interesante.
Hace algún tiempo, en el programa Enemigos Íntimos, conducido por Aldo Miyashiro y Beto Ortiz, mostraron un teatro muy lindo, moderno, arreglado y organizado. Mi sorpresa se dio al escuchar que aquel increíble teatro se encontraba en Cusco; aquel local cultural era el antiguo cine Garcilazo remodelado y reinaugurado con el nombre de Teatro Garcilazo. Sin embargo, recién este viernes en la noche pude ir a contemplar aquel imponente escenario, el cual me atrevo a comparar con el Zoom de la Universidad de Lima en una versión más pequeña y no subterránea. Además cuenta con zonificación y asientos numerados. En verdad una gran contribución para el Cusco, un nuevo punto de encuentro y un gran lugar para compartir y, sobre todo, realizar cultura.
En esta temporada, en el teatro Garcilazo, Kusikay se encuentra presentando “Chaska. Una Historia Andina”, una obra espectacular de gran preparación y excelente uso de los recursos del teatro. Es la historia de Chaska, una joven, que acepta su propio sacrificio para salvar a su pueblo y así queda inmortalizada como divinidad. Una historia que narra mucho de historia peruana y cuzqueña, pero una gran muestra de espectacular uso de luces, sonido, efectos, uso del escenario y gran movimiento. El teatro Garcilazo está abierto al público en general de lunes a sábado, pero el precio, excepto los viernes, está establecido para turistas en 20 y 30 dólares americanos. Los viernes, el teatro está abierto para el público cuzqueño, previa muestra de documentos de identidad con domicilio en Cusco.
Hace algún tiempo, en el programa Enemigos Íntimos, conducido por Aldo Miyashiro y Beto Ortiz, mostraron un teatro muy lindo, moderno, arreglado y organizado. Mi sorpresa se dio al escuchar que aquel increíble teatro se encontraba en Cusco; aquel local cultural era el antiguo cine Garcilazo remodelado y reinaugurado con el nombre de Teatro Garcilazo. Sin embargo, recién este viernes en la noche pude ir a contemplar aquel imponente escenario, el cual me atrevo a comparar con el Zoom de la Universidad de Lima en una versión más pequeña y no subterránea. Además cuenta con zonificación y asientos numerados. En verdad una gran contribución para el Cusco, un nuevo punto de encuentro y un gran lugar para compartir y, sobre todo, realizar cultura.
En esta temporada, en el teatro Garcilazo, Kusikay se encuentra presentando “Chaska. Una Historia Andina”, una obra espectacular de gran preparación y excelente uso de los recursos del teatro. Es la historia de Chaska, una joven, que acepta su propio sacrificio para salvar a su pueblo y así queda inmortalizada como divinidad. Una historia que narra mucho de historia peruana y cuzqueña, pero una gran muestra de espectacular uso de luces, sonido, efectos, uso del escenario y gran movimiento. El teatro Garcilazo está abierto al público en general de lunes a sábado, pero el precio, excepto los viernes, está establecido para turistas en 20 y 30 dólares americanos. Los viernes, el teatro está abierto para el público cuzqueño, previa muestra de documentos de identidad con domicilio en Cusco.
Nunca ha sido de mi agrado observar las danzas típicas; sin embargo, el uso de esta manifestación cultural en el teatro es muy bueno, recomiendo a todo el público cuzqueño y turistas de visitar el teatro Garcilazo para observar este gran espectáculo lleno de color y movimiento. Les aseguro que quedaran satisfechos e incluso les faltaran ojos para verlo todo; una gran muestra cultural en el Cusco. Quedan todos invitados…
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