“La vida es una gran obra de teatro”
Caminabas vació pensando en la nada, porfin de vacaciones luego de un desafiante ciclo de universidad acabado con satisfacción, junto a tu padre; cuando de pronto en medio de ese agujero negro de pensamientos, te encuentras en medio de una escena propia de una película; te detienes como idiota observando a la chica que te vuelve loco, a la que juraste amar toda la vida en el interior de tu alma; así como esperarla a pesar de los años y pese a todo, contra todo. Ella, caminando con su mamá, por su lado, también se detiene observándote sorprendida por que no esperaba encontrarte luego de aquella complicada conversación virtual de aquel lunes por la noche. Atinaste a simplemente actuar con normalidad, a pesar de que ella seguía sorprendida; de pronto tanto su mamá como tu papá habían desaparecido del lugar; era como si aquella acera de la calle fuese el mundo sin otras personas. Solo ustedes 2. De pronto un abrazo, un “perdóname” y otro abrazo, sellaron la escena.
“Una mirada puede decir más que mil palabras”
Luego de aquel encuentro, se despiden y buscan desesperadamente, tú a tu padre y ella a su madre. Es curioso pues comienzas a caminar de nuevo y ahora no te sientes en un hueco mental, sino más bien consumido en pensamientos complicados y profanos acerca de todo lo que rodea tu persona (salidas, estudio, trabajo…) y en ¿qué diablos estará pensando en ese momento ella? Ese tipo de encuentros te recuerdan que tu cerebro también puede cumplir la función de molestoso órgano de curiosidad y esperanza. Llegas al auto y no manejas pensando en la ruta o en el camino que debes tomar sino en ¿Volveré a verla? ¿Cuándo? En eso escuchas como el viento silencioso contra ti contesta a tus preguntas sin saber las respuestas, con un sonido propio del silencio de una noche de dudas mortales. Llegas a tu casa, intentas leer un poco, pero te duermes al poco rato, sin esperanza de encontrar las respuestas.
“Un sueño te muestra siempre tu inconsciente”
Al despertar te aseguras de que todo no fue un sueño. Es curioso que al abrir los ojos justo se acabe una escena de regocijo similar a la cual viviste en realidad, es como si un sueño fuera realidad o la realidad se volviera un sueño. Vivir la felicidad en un par de segundos y sentir como si tu vida tuviera otro sentido. Añorar esos instantes en los cuales te sentías en otro lugar, perplejo, en el cual todo se movía de acuerdo a lo que pasaba, todo parecía planificado, pero no lo estaba. Es curioso como con el pasar de los días continúa la imagen de aquella noche en la cual se dio esa escena tan perdurable… incluso inmortal…
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