martes, 9 de junio de 2009

Grande Familia, Grandes conflictos


"The Family" - DevianArt

¿Cuántos hijos quieres tener? Es una típica pregunta tonta de enamorados que piensan que van a llegar a casarse, quizás si o quizás no, ese no es el punto. Y en realidad, en muchos de los casos en los cuales se presenta esta pregunta, se generan motivos para una discusión o, en el peor de los casos, una pelea entre ellos. En verdad, es un tema muy subjetivo, pues depende de cada pareja y controvertido porque no es un tema de dogmas o esquemas cerrados. Además, se incrementa la discusión cuando se tocan algunos de los aspectos que vienen relacionados con la determinación de esta cifra tan relativa como por ejemplo herencias, mesadas, planificación familiar, etc.

Es curioso observar, también, que estos factores modifican la tendencia a lo largo de la historia. Antiguamente, las familias de tendencia más tradicionalista acostumbraban tener un gran número de hijos; por el contrario, actualmente observamos una tendencia a tener un número reducido de hijos modernamente. En mi familia, esto es de fácil comprobación pues tanto la familia de mis abuelos paternos como los maternos e, incluso, mi familia paterna son modelos de familia tradicional de gran número de hijos. Por el contrario, mi familia y las contemporáneas, tienen el patrón de la cifra mucho menor. Estas afirmaciones, claro esta, admiten excepciones en el plano general, pero son muy pocas.

Estoy motivado a escribir estas líneas gracias a que este fenómeno en la actualidad, y particularmente en mi familia, demuestra tener no pocos problemas; por poner el ejemplo más común, es la herencia de un terreno o una hacienda. Si se presenta este conflicto en una gran familia la división de esta herencia es difícil pues existen intereses en conflicto, cuantas más personas se encuentren en conflicto se puede generar un impasse bastante desagradable y, lo peor de todo, es que es una discusión entre hermanos.

Debo admitir que este tema es bastante voluble de caso en caso; pero reconozco que en mi familia se dan tres conflictos de este tipo en mi familia. Primero, en la familia de mi abuela materna, se discute la herencia de mi bisabuela Amandina: la hacienda de Curuchi en Mollepata; luego, en la familia de mi abuelo materno, se discute la herencia de mi bisabuela Tula: la hacienda de Tinpucpucyo en Cochahuasi; y, por último, la discusión de la hacienda de Quinta Culata-San chipa en Yucay en la familia de mi papá. Cada una cuenta con, por lo menos, 5 hijos; lo cual genera discusión o, en el mejor de los casos, falta de acuerdo.

Lo peor que sucede es que se generan desacuerdos dentro de una familia e, incluso, mal llevada esta; se podrían generar peleas demasiado fuertes entre los miembros de la célula fundamental de la Sociedad. Particularmente, en mi familia, muchas de estas situaciones se han vuelto un poco más complicadas; una se ha producido por la muerte de una hermana, lo que genera que se divida más la discusión entre sus hijos y su esposo; otra se ha complicado por la venta de la parte a una tercera persona; y la otra porque no todos los herederos están de acuerdo con una decisión, a mi parecer correcta.

Entonces, ¿qué es lo que genera esto? En principio, que se trunque los posibles negocios o formas de aprovechar esta herencia; y luego, se generan discusiones bastante fuertes, como ya se ha señalado. Ninguna pelea dentro de una familia es justificable, y, en verdad, debemos encontrar las formas de solucionar esta tendencia. Frente a esto, la misma sociedad ha producido una gran solución, con el tiempo ahora se habla de familias “prácticas”; es decir, sólo un par de hijos y nada más. Si bien con esto se simplifica demasiado toda la situación, esta es la tendencia actual, observable en nuestro medio.

Particularmente, estoy de acuerdo con las familias pequeñas en contraposición con las grandes familias gracias a estos aspectos; las primeras son más funcionales, menos conflictivas, mientras que las últimas son más complicadas y de mayores problemas. Analizando bien el problema mi opinión está influenciada mucho por el caso antes descrito, pues en mi familia se han producido estos conflictos, pero es mi opinión, después de todo.

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Diseño del artista cusqueño Jorge Flores Najar, mi querido Tío.