sábado, 20 de junio de 2009

¿Donde esta la Unidad en la PUCP de hoy en día?
















Es nostálgico observar el comunicado del Rectorado del año pasado acerca de la controversial compra del “Campus Este” en la cual los máximos representantes administrativos de la Universidad mostraban una posición neutral acerca del uso de este nuevo terreno:

“La adquisición en cuestión, adyacente a CENTRUM Católica, se inscribe en esta política general de desarrollo. Ese terreno podrá ser utilizado por la Universidad de diversas maneras, según sea decidido por la comunidad universitaria a través de sus órganos de gobierno y de acuerdo a las normas legales y estatutarias.”

Hablar del “Campus Este” en la Pontificia Universidad Católica hasta hace un tiempo continuaba siendo un misterio; hasta el 10 de Mayo de este año, día en el cual se manifestó la posición de los administrativos respecto a esta “oscura” inversión de la Universidad mediante la voz del Vicerrector Administrativo Efraín Gonzáles de Olarte, a través del suplemento Domingo del diario La República, en el cual se podía leer lo siguiente:

“El nuevo campus de la PUCP en Surco: En este terreno de cerca de 20 mil metros cuadrados (dos manzanas), ubicado en la Urbanización Los Álamos, de Surco, se construiría el segundo campus, que recibiría en principio tres mil estudiantes. ‘Queremos llevar tres facultades: Gestión, Psicología e Ingeniería Industrial, y una sucursal de Derecho’, adelanta el vicerrector Efraín Gonzáles de Olarte.”

En “La historia de la Pontificia Universidad Católica del Perú (1917-1987)” de Teodoro Hampe Martínez; se describe la historia de la universidad de una manera simple y concreta; y entre líneas y líneas, se ven pasajes históricos que llevan a reducir a un absurdo el hecho de mover facultades enteras u otras unidades de nuestro campus al nuevo “Campus Este”.

Desde la adquisición del fundo pando en San Miguel por herencia de don José de la Riva-Agüero y Osma, se da un increíble esfuerzo de parte de las autoridades a lo largo de la historia de la Universidad para trasladar todas las unidades al fundo pando; labor que se inicia en 1959 y se concreta en los siguientes años. Así se observa textualmente, acerca de 1987, que

“Ha proseguido sin cesar el doblamiento del Fundo Pando, preciada herencia de Riva-Agüero, con la edificación de nuevas oficinas, salones de clase, laboratorios, capilla, campos deportivos, etc. En este terreno del distrito de San Miguel, flaqueado por las avenidas Riva-Agüero y Universitaria, se desarrolla hoy la gran mayoría de las actividades lectivas”

La Unidad con la que cuenta nuestra universidad es una gran virtud institucional privilegiada, la cual posee gracias al esfuerzo de las autoridades que han tenido participación en la historia universitaria de la Pontificia Universidad Católica; no es necesario salir de Lima para observar los problemas que conlleva tener una Universidad con diversas sedes, como la Universidad San Martín de Porres o la Universidad Garcilazo de la Vega; o en el plano nacional también contamos con un claro ejemplo de “Descentralismo” universitario mal planificado y deficiente, como en la Universidad Alas Peruanas. Aquí la pregunta no es ¿Quieren el Campus Este o no?; la correcta es ¿Queremos una Universidad separada y desunida, parecida a las mencionadas?

Por otro lado, debemos tomar en cuenta las desventajas que conlleva la desunión de la Universidad; por citar algunos problemas, la distribución de profesores, alumnos, libros, materiales, servicios; algunos eventos como las actividades académicas, deportivas, sociales, culturales y de otras materias, entre ellas los eventos de Interfacultades. Además, debemos tener en cuenta que en San Miguel, al trazar una línea de 2 a 4 kilómetros a la redonda partiendo de la Universidad, se ha formado una zona de completa vida relacionada con la Universidad.

Es curioso que el estatuto de la Universidad, documento desconocido por los alumnos, señale, en el artículo 78, que el Consejo Universitario, “órgano superior de promoción y de ejecución de la Universidad” debe

“aprobar, a propuesta del Rector, el Plan de Desarrollo de la Universidad y su Plan de Funcionamiento, y someterlos a ratificación de la Asamblea Universitaria […y…] proponer a la Asamblea Universitaria la creación, fusión, supresión o reestructuración de unidades académicas, sus especialidades o sus secciones.”

Observamos, que la aprobación del Plan de Desarrollo de la Universidad y su Plan de Funcionamiento, que es el documento que representa esta política general de desarrollo mencionada anteriormente, y proponer las modificaciones de las unidades académicas ante la Asamblea son atribuciones del Consejo Universitario. Y en concordancia con esto, es el artículo 80 del estatuto, que señala: “El Consejo Universitario procurará mantener adecuadamente informada a la comunidad universitaria sobre la marcha académica, económica e institucional de la Universidad”. Como es posible que sólo se le “procurará mantener adecuadamente informada”; esto es un claro defecto normativo en contra de toda la comunidad universitaria, pues ante la ausencia de obligatoriedad (o deber de parte de la Universidad) de información se nos lesiona el derecho de conocer lo que se hace con nuestro aporte a la Universidad. Claramente, se debe proponer una reforma del Estatuto, cambiando la frase por “esta obligado a mantener adecuadamente informada”. Esto basado en el fin de esta norma, el cual es informar a la Comunidad Universitaria acerca del desarrollo académico, económico e institucional de la misma; en especial a los alumnos que son los principales beneficiarios de la Universidad.

Concretamente, existen también dos Direcciones Académicas encargadas de los asuntos económicos y de planificación de la Universidad, según los artículos 90, 95 y 96 del estatuto, y son la Dirección Académica de Economía y la Dirección Académica de Planeamiento y Evaluación. Ni siquiera una, sino dos comisiones y ninguna informó de esta compra o de su fin. Otra vez, la pregunta es ¿Dónde están los fundamentos para la compra del terreno de Surco? ¿Cuál es el fin “concreto” de esta compra?

El tema del “Campus Este” comprende dos puntos controversiales. Primero, la compra del terreno; y segundo, la utilización de este. Respecto al primer tema, según el mismo comunicado del Rectorado del año 2008, se justifica la compra diciendo que

“el Rectorado desea que en el futuro, corto y largo, nuestra casa de estudios tenga la posibilidad de desarrollarse con los medios de infraestructura necesarios y adquiridos en tiempo y precio adecuados, no cuando sean sumamente escasos o sumamente caros.”

Es decir, se sigue una lógica actuar y luego consultar. El rectorado, hasta ahora no había dado más motivo de compra que este; sin embargo, con las declaraciones de Efraín Gonzáles de Olarte ante el Diario La República muestra un claro razonamiento de tendencia de la PUCP a volverse una Universidad Empresa. Nuestra Universidad se ha caracterizado por eludir esta tendencia nacional y conservar el prestigio, hasta ahora. Sin embargo, decisiones como estas, a espaldas de la Comunidad Universitaria, destruyen la línea correcta histórica de la Universidad que siempre primaba la Unidad y Prestigio de nuestra casa de estudios, en la cual el razonamiento era “el postulante debe venir hacia la universidad”; reemplazándola por una tendencia hacia la “empresalización”, un razonamiento de “la universidad debe ir hacia el postulante”. Parece que el siguiente paso de los administrativos será comenzar a producir y enviar lapiceros, gorros, “stickers”, guantes, libretas, todo merchandising PUCP a las casas de los alumnos de 5to de Secundaria, como lo hace, la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas y la Universidad de Lima.

Por otro lado, está decisión, queramos o no, gracias a los administrativos, ha sido tomada y es irreversible; así se configura el segundo tema: ¿qué hacer con este inmenso terreno? Como se observó el año pasado, existían increíbles rumores gracias al ineficaz artículo 80 del Estatuto de la Universidad; el más radical fue que se iba a separar pregrado de la Universidad según escalas de pensión, escalas de 1 a 3 (las más bajas) en San Miguel, y escalas 4 y 5 (las más altas) en Surco; otra era la idea de mover distintas facultades hacía el “Campus Este”; otra era la idea, según mi parecer la más coherente, de trasladar la infraestructura de postgrado al “Campus Este”; entre otras poco distribuidas y fuera de contexto; como digo, el plano intelectual de la comunidad universitaria era “tierra de nadie” incluso después del comunicado del Rectorado.

Sin embargo, como hemos visto, las últimas declaraciones demuestran la línea decidida de los administrativos de trasladar facultades enteras e, incluso, dividir la facultad de derecho. Decisión tomada, sin consultar a la Comunidad Universitaria.

Comprobamos así que en ambos momentos, los máximos administrativos de la Pontificia Universidad Católica del Perú se encuentran actuando en contra de la Unidad y Prestigio de la Universidad; se encuentran actuando en contra de la propia Comunidad Universitaria, principal beneficiaria de la Universidad; se encuentran actuando en contra de la línea histórica de actuación de las ilustres históricas autoridades de nuestra Universidad; y, se encuentran actuando totalmente en contra del esfuerzo de sus antecesores por lograr la Unidad que permite el eficaz funcionamiento de nuestra Universidad hasta el momento, la cual logró conservar hasta ahora el prestigio digno que tiene la PUCP como una de las mejores, por no decir la mejor Universidad del Perú.

Por esto, los alumnos, al margen de discrepar en cualquier tema político o ideológico, debemos tomar conciencia de este problema pues es un tema actual e irresuelto de nuestro interés Universitario común. Aquí no se trata de los alumnos de tal asociación, de tal partido, de tales intereses, de tal carrera, de tal facultad, cachimbos, ordinarios; se trata de un tema que concierne a todos los alumnos e, incluso, ex-alumnos preocupados por su Alma Mater. Estas decisiones van en contra de la historia de la PUCP y en contra de la cohesión histórica del organismo del que formamos parte, contra su prestigio, contra la diferencia entre la PUCP y la UPC, la Universidad de Lima, la Universidad Alas Peruanas, la Universidad San Martín o la Universidad Garcilazo de la Vega. Amigos y Compañeros de la Católica, ¿Vamos a permitir este cambio?

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Diseño del artista cusqueño Jorge Flores Najar, mi querido Tío.