domingo, 14 de junio de 2009

Réquiem por la blanquiroja




















Nos encontramos ubicados, como país, en el continente sudamericano. Somos un país opacado, en lo futbolístico, por dos grandes vecinos como Argentina y Brasil. No hay comparación en potencial para el deporte del balónpie, tanto en semillero como en actual material futbolístico en el extranjero. Este contexto no favorece objetivamente a nuestra capacidad de resaltar en uno de los deportes más populares históricamente; sin embargo, en nuestro país se presentan circunstancias particulares que destrozan aún más nuestras posibilidades: como tener un presidente de federación nacional inepto, corrupto y terco; que nuestros jugadores que “brillan” en el extranjero, juegan de la peor manera cuando se ponen la camiseta nacional o festejan mediocres empates cuando no deben. Todo esto empeora nuestra situación, al margen de todo el contexto ya señalado.

¿Cuál es la solución a este hoyo en el cual esta incrustada la selección peruana de fútbol? En mi opinión, no tan experta de fútbol nacional, me parece separar las medidas en distintos tipos: las decisiones a corto, mediano y largo plazo; las medidas urgentes y las accesorias; las medidas radicales y otras más banales. Hay muchas decisiones y corresponde a nuestros expertos en el deporte como comentaristas, entrenadores, jugadores y dirigentes tomarlas en corto, mediano o largo plazo, con medidas urgentes o relativas; entre estas decisiones se encuentran el crear un semillero efectivo, promover la identificación con la camiseta, con el orgullo nacional, recuperación del patriotismo perdido; por otro lado, solucionar los problemas de dirigencia, y este tema tiene nombre propio: Manuel Burga; por otro lado, descentralizar el reclutamiento de jugadores, es sabido que en provincias de nuestro país se puede encontrar la solución, por existir bastantes talentos escondidos en pichangas con pelotas de trapo.

Es difícil nuestra situación, como señalan la mayoría de prensa deportiva y noticiera de la capital, nuestra selección actual es la peor que ha podido tener el Perú en la historia; sin embargo, no en vano esta ocurriendo esto. Cuando se comete un error o varios, uno debe poder levantarse de su caída, recuperarse de todo lo humillante y mejorar para poder alcanzar un nuevo rumbo; en este caso, nuestros jugadores deben dejar atrás esto y luchar por nuestro país, basta de humillaciones por favor.

Seamos realistas, nuestro equipo no llegará al mundial del 2014, ni al del 2018, es posible que ni al del 2022; nosotros tenemos que encontrar un rumbo para nuestra selección. Nadie quita la posibilidad de que lleguemos a estos mundial de suerte o porque todos los equipos bajen de manera increíble su nivel, pero es dudoso que esto pase. Al menos demos pelea en estas nuevas etapas clasificatorias, por el gran honor de ser peruanos.

Conmigo, somos muchos los que soñamos con ver a Perú en un mundial, ver un partido entre Perú y Holanda, o Perú y Portugal, esto sólo es posible en nuestro medio o en nuestra imaginación o en un partido de Winning eleven en play station. Somos muchos los que soñamos con esto, es un sueño que junta a muchos peruanos, espero poder algún día ver este sueño hecho realidad, y, en el futuro, poder contárselo a mis hijos y que estos lo cuenten a mis nietos y así sucesivamente. Pregunto: ¿Qué podría contar acerca de la selección a mis hijos en el futuro? Piénsenlo.

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Diseño del artista cusqueño Jorge Flores Najar, mi querido Tío.