jueves, 28 de febrero de 2008

El día en que la ilusión se hizo realidad…













“El Perú, lamentablemente, sólo vive de las ilusiones” fue el comentario que, no hace mucho, hizo una conductora del programa de noticias deportivas de CMD, luego de la derrota del equipo peruano en la Copa Davis y la lesión de Luis Horna, primera raqueta nacional. Después de un tiempo de reflexión, analice la frase, recordando algunos hechos deportivos, en realidad sólo los del fútbol, por los cuales ha pasado el Perú. Recordé el subcampeonato de la Copa Libertadores que alcanzó el Cristal, la última clasificación al mundial de la selección y no se me vino nada más a la mente. Nada excepto el día en que la ilusión se hizo realidad…

Era el 19 de Diciembre del 2003, se vivía el ambiente de la caliente final de la copa sudamericana de fútbol. Cienciano, del Perú, contra River Plate, de Argentina. Tras derrotar a Alianza Lima de Perú, a la Universidad Católica de Chile, Santos de Brasil y Atlético Nacional de Medellín de Colombia, el Cienciano se ganó el derecho a jugar la Final de la copa contra un equipo de renombre internacional. La hinchada cusqueña se tuvo que mudar a Arequipa debido a la injusta FIFA que siempre le puso obstáculos al club héroe del Cusco y del Perú impidiendo que jugara la final en el estadio Inca Garcilazo de la Vega, argumentando que faltaba capacidad de público para una final internacional. Debido a esto tuvimos que jugar en el estadio characato de la UNSA. Sin embargo, tras un partido con arbitraje injusto y varios expulsados del Cienciano; Carlos Lugo, al minuto treinta y dos del segundo tiempo, metió un gol legendario e histórico que le daba al Perú su primer titulo internacional a nivel de clubes. Luego de un disputado partido en Argentina, en el que nuestro equipo empató tres a tres con su similar rió platense, el Cienciano lograba ganar el torneo sudamericano.

Nadie en todo el Perú, que a fines del 2003 se vistió con la roja del Cienciano del Cusco, olvidará aquella gran campaña futbolística. Carty, Acasiete, Bazalar, García, Ibáñez, Maldonado, Morán, Saraz, La Rosa, Portilla y Lugo, al mando de Freddy ternero y el comando técnico de aquel año lograron que el sueño se cumpla. Y por si fuera poco al siguiente año, el 2004, lograron otra gran hazaña en Norteamérica. Al ganar la copa sudamericana, nos ganamos el honor de jugar contra el ganador del otro torneo internacional de América del sur, la copa libertadores, que por aquel entonces fue, nada más ni nada menos, que Boca Juniors de Argentina. Empatamos el partido tras un gol de Carlos Tévez, a través de la peinada espectacular de Rodrigo Saraz. Después, en la tanda de penales, varios argentinos fallaron sus tiros y el portero Oscar Ibáñez se lucio atajando varios disparos; además, por si fuera poco, ningún cusqueño falló su tiro esa noche. Y así, Freddy Ternero condujo, una vez más, al Cienciano a un triunfo internacional y a un equipo “chico” del Perú al triunfo internacional.

Muchos de los equipos a los que enfrentó Cienciano comentaron que no conocían al equipo peruano e incluso hubo uno que otro comentario de menosprecio: “¿Cienciano? ¿Qué es eso?”. Sin embargo, al salir a la cancha, quedo demostrado que Cienciano es un equipo con garra y determinación. “Cienciano: el mata gigantes” así lo ha denominó la prensa internacional y ahora es reconocido como el mejor equipo del Perú, y bastante conocido por la cadena deportiva de FOX Sports. Es cierto que el Cienciano, no ha podido consagrar el titulo de campeón nacional, pero si ha dado un excelente rendimiento a nivel internacional. Los últimos cinco años ha participado en la Copa Libertadores. Además, se ha ganado el respeto de muchos clubes internacionalmente.

En CMD, canal deportivo, pasaron un resumen de la campaña del Cienciano por esos años titulado: “Cienciano: Gloria en las alturas”. Es difícil ver ese video sin llenarte los ojos de lágrimas de emoción por aquel triunfo. Porque ese día el Cienciano demostró que no sólo el Universitario, Alianza Lima o Sporting Cristal, denominados equipos grandes del Perú, podían lograr un reconocimiento para el Perú. Muchos comentaristas deportivos de la capital, de donde provienen estos equipos “grandes”, al informar y dar noticias sólo hablaban de la “U”, Alianza o Cristal. Tal es el ejemplo de Alberto Beingolea, perdón si no se escribe así su apellido, pero este comentarista, disculpen la expresión, lo ve todo color crema y si fuera por él, se casaría con el Universitario de deportes, todo lo ve “perdió la ‘U’”, no puede ver el triunfo del Melgar, del Sport Ancash, del Vallejo, del Alianza Atlético de Sullana, que como equipos “chicos” también se merecen respeto. No critico su fanatismo como el mío con el equipo rojo, pero como comentarista deportivo se debe tener un poco de equilibrio con los comentarios.

Volviendo a las grandes hazañas, los golazos y la emoción que vivió el Perú gracias al Cienciano del Cusco. Podemos decir con orgullo, todos los cusqueños, que nuestro equipo fue grande, es grande y siempre será grande por lo que siempre fue, el más grande equipo del Perú. Por último, es bueno recordar el grito que nació en el estadio de la UNSA aquella noche y se convirtió en un lema nacional desde aquella fecha: ¡Si se puede! Gracias Cienciano por el día en que la ilusión se hizo realidad…

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Diseño del artista cusqueño Jorge Flores Najar, mi querido Tío.