jueves, 1 de enero de 2009

Un año nuevo de locos
















Otro año más se nos va… ha llegado el primero de enero del 2009 y, antes de la medianoche, se pudo observar toda clase de celebraciones en todas las ciudades del mundo; Cusco no fue la excepción. Desde unos días antes se pudo observar el espíritu de las fiestas en los diferentes centros comerciales: ropa interior amarilla, serpentina, lentes 2009 (me pregunto cómo harán el próximo año), silbatos, matracas, hawaianas, etc. También se promocionaron las fiestas en el valle sagrado y en las discotecas de la ciudad; pero una verdadera tradición es asistir a la corrida de fin de año en la plaza de armas.

Siempre había escuchado que el fin de año en la plaza de armas del Cusco es increíble; todos corren a la medianoche, no hay distinciones entre extranjeros, peruanos o cuzqueños; se revientan cohetes de manera increíble; y más comentarios de ese tipo. Es por esto que el 2007 me animé a romper con la tradición que siempre había tenido de pasar en familia y decidí ir a observar el espectáculo.

Dicho y hecho, el 2008 se acababa y nos encontrábamos dispuestos a salir. Este año la novedad fue la gran y prolongada lluvia de fin de año; pero que importa cuando hay ganas de celebrar y estar en compañía de los amigos. Muchos cuzqueños se fueron de viaje al valle sagrado a alguna fiesta en Calca, Urubamba, Pisaq, entre otros. Cada uno vive su mundo ese día, unos toman, otros van a bailar, otros comen, otros salen a observar a la plaza los juegos artificiales, entre otras actividades que hay para elegir; Sin embargo, me quede en la ciudad, comi una deliciosa pizza cuzqueña con unos amigos y nos fuimos a la plaza para esperar el 1 de enero.

La plaza de armas, en ese momento, es un show espectacular de juegos artificiales y personas corriendo por todas partes. Al llegar el momento, todos se abrazan sin importar quien seas, después comienzan las vueltas alrededor de la plaza, podemos encontrar gringos totalmente borrachos, chicas vestidas de ángeles y diablas, gente disfrazada haciendo locuras, gente común y corriente corriendo, gritando y reventando cohetes. Es toda una gran fiesta de alegría y solidaridad entre personas que conmemoran el inicio de un año de nuevas experiencias por venir.

Después de esta fiesta, la “juerga” continúa en algunas de las discotecas del centro de la ciudad. Este año la lluvia nos mojó enteritos a todos, entonces, todos fueron en busca de algún refugio, nada mejor que ir a bailar en alguna discoteca. Con estas líneas, también, hago llegar a todos los lectores un abrazo de año nuevo y los mejores deseos para este año que recién inicia. ¡Feliz año nuevo!

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Diseño del artista cusqueño Jorge Flores Najar, mi querido Tío.