sábado, 3 de enero de 2009

Nietzsche: el diferente



















Imagen "The Super man" en Devianart


“Yo no soy un hombre, soy dinamita”
Friedrich Nietzsche – “Ecce homo”


Podemos considerar que el pensamiento filosófico de Nietzsche está dividido en dos grandes partes; en la primera parte elabora su “genealogía de la moral” y critica todo el pensamiento occidental tradicional hasta su tiempo; y en la segunda parte propone, después de haber demolido todo el pensamiento filosófico tradicional de occidente, su novedoso proyecto filosófico, dentro del cual se encuentran las ideas del “eterno retorno” y la del “superhombre”.

Nietzsche señala que todo el pensamiento filosófico occidental tradicional padece una grave enfermedad: el “nihilismo”; es decir, la negación de la vida y la existencia. A través de su “genealogía de la moral”, busca y encuentra el origen de este mal, que aqueja a todo el pensamiento, en la Grecia antigua con Sócrates y Platón, luego este es continuado por el cristianismo en la edad media y luego por Kant en la Modernidad. Nietzsche plantea que estos filósofos siempre niegan el mundo al tender siempre a crear teorías metafísicas como por ejemplo: La dualidad del mundo de Platón (mundo de las cosas – mundo de las ideas), la dualidad del mundo de Kant (mundo numénico – mundo fenoménico) o el Dios del Cristianismo. Nietzsche señala que con la metafísica se deja de lado el mundo en el que vivimos y estos filósofos crean una moral de esclavos que tienen que seguir modelos o valores a cambio de alguna recompensa: “la idea del bien”, el paraíso, etc.

Entonces, después de criticar todo el pensamiento filosófico occidental, demostrando el nihilismo; este filósofo alemán pasa de la demolición a la reconstrucción. En su libro “Así habló Zaratustra” se encuentra un pasaje llamado “De las tres transformaciones”; en el cual, se relatan las tres formas que debe tomar el espíritu del hombre para convertirse en, lo que Nietzsche llama, el “Superhombre”. Primero, el espíritu es como un camello (“nihilista pasivo”; es decir, quien no se da cuenta de que niega la vida) que carga bastante peso sobre su espalda; es decir, los valores creados por la metafísica occidental; luego este camello debe transformarse en león (“nihilista activo”, quien ya es conciente de su negación de la vida y lucha por renovarse) para enfrentar a un poderoso dragón cubierto de escamas de brillantes que representan, nuevamente, los valores creados por la metafísica; finalmente, el poderoso león debe transformarse, una vez más, para llegar a ser el “Superhombre” Nietzscheano, esta vez en un niño (afirmador de la vida). Así se muestra el proceso: De camello a león (librarse de… la metafísica); y de león a niño (librarse para… crear nuevos valores).

Llegamos así a la conclusión de que el tan nombrado “Superhombre” de Nietzsche debe ser como un niño debido a tres características principales: Olvido, olvidar toda la metafísica occidental nihilista; Inocencia, no estar condicionado por valores metafísicos; y, por último, Creatividad, creación de los propios valores. Entonces vemos que el “Superhombre” debe ser un creador, un artista, un hombre que siga el imperativo señalado por Jill Ker Conway: “haz de tu vida una obra de arte”. Así, complementando esta idea, Nietzsche agrega el concepto del “eterno retorno”, principal en su filosofía, que consiste en cambiar la visión lineal tradicional occidental del tiempo (principio – fin) por una visión cíclica del tiempo; es decir, el “Superhombre” debe actuar como si todo se volviera a repetir una y otra vez por el resto de la eternidad.

También es conocida la simbología que hace este filósofo alemán con “la muerte de Dios”. En un pasaje titulado “el Loco” en “la Gaya ciencia”, se habla de un loco, que representa al último hombre nihilista, que anuncia la muerte de Dios, el símbolo que representa “Dios” es la metafísica tradicional occidental; es decir lo que se anuncia es la completa destrucción de la filosofía occidental tradicional. Vemos así que Nietzsche formula que la metafísica occidental, con la creación de valores e ideales, niega la vida; así, reprime la capacidad creadora del hombre y también no le permite la afirmación de la vida; y que, por otro lado, la filosofía Nietzscheana, con la afirmación de la vida potencia la vida y la capacidad creativa del hombre, superándose a sí mismo y convirtiéndose en el “Superhombre”, quien sí afirma la vida.

Son conocidas las malas interpretaciones y malas lecturas de la filosofía Nietzscheana; entre las más populares de ellas está la tergiversación hecha por el nazismo. Sin embargo, como vemos, el “Superhombre” esta simbolizado como un niño. Un niño inocente, que olvida y es creativo. Personalmente, no puedo comprender y me sorprende hasta ahora, como la mala interpretación de una teoría filosófica puede provocar la gran magnitud provocada en la Segunda Guerra Mundial: millones de muertos y sufrimiento a nivel global.


Imagen "The Youngest" en Devianart

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