lunes, 22 de diciembre de 2008

¿Negligencia religiosa?: El Exorcismo de Anneliese Michel

















Imagen "The Exorcism of Emily Rose" por Laura Vancane (Devianart)

Si una persona se encuentra en algún problema fuera de sus conocimientos profesionales, acude a los servicios de algún profesional especialista en el tema del problema en busca de una solución; si este profesional al que se acude falla en encontrar una solución, es lógico que se busque algún otro servicio profesional. Por ejemplo, si una persona requiere el diseño de un edificio, consulta a un arquitecto, si el diseño propuesto no le complace puede pedir uno nuevo o acudir en busca de otro arquitecto.

En el caso de que una persona presente síntomas de algún mal físico o psicológico acude a un médico en busca de ayuda. Sin embargo, qué pasaría si después de consultar a un par de médicos y recibir el diagnóstico, así como la respectiva medicación o indicación médica, no se presentan mejoras. Como dije, la persona puede acudir en busca de salidas alternativas como otros médicos, doctores de medicina alternativa (curanderos, chamanes, acupuntura, aromaterapia, etc.). De igual manera, muchas personas creyentes acuden a Dios, la mayoría de las veces esta acción consiste en la petición de ayuda a Dios mediante plegarias; en el caso de estas líneas, lo que se pidió, fue la intersección directa de Dios a través de un sacerdote.

Sin embargo, si la persona que acudió a la ayuda de un profesional se ve, leve o gravemente, afectada por sus servicios se encuentra en graves problemas legales; se inicia un proceso por negligencia profesional. Sin embargo, en el caso de que este profesional sea un doctor de medicina alternativa entran en el juicio conocimientos que van más allá de la razón, sino de la fe. Es en estos casos demasiado especiales, en los cuales, el juicio debe realizarse con mente abierta. Como señalé, en este caso, se acude al servicio de un sacerdote, y lamentablemente, mientras el sacerdote ejercía sus servicios, la “paciente” falleció. Entonces, ante la presencia de un posible delito, la fiscalía, representando a la sociedad, demandó al sacerdote.

En este caso en particular se puede observar que muchas de las pruebas pueden tocar temas fuera de lo común y testigos pueden ser profesionales en disciplinas alternativas, para lo cual se necesita extrema neutralidad e imparcialidad para poder resolver el caso. Este es en palabras comunes el caso que se va a analizar: el caso del exorcismo de Anneliese Michel y sus consecuencias.

Entre los aspectos religiosos encontramos un documento muy importante. El “Rituale Romanum” (o Ritual Romano) es un antiguo texto religioso que contiene diversos rituales de la religión cristiana, entre los cuales posee el procedimiento del ritual de exorcismo. Sin embargo, en la actualidad, se utiliza la modificación del antiguo “Ritual Romano” para los rituales de exorcismo, titulado “De exorcismis et supplicationibus quibusdam” (o De Exorcismos y otras suplicas), modificación realizada en 1999, tras 10 años de trabajo arduo y presentado al público por el Cardenal Jorge Medina Estévez, prefecto de la Congregación para el culto divino y la disciplina de los sacramentos, en la sala de Prensa del Vaticano.

Como señala el Cardenal Medina Estévez, en la presentación “El nuevo rito de los exorcismos”, “El exorcismo constituye una antigua y particular forma de oración que la Iglesia emplea contra el poder del diablo”[1]; según el Catecismo de la Iglesia Católica, es “Cuando la Iglesia pide públicamente y con autoridad, en nombre de Jesucristo, que una persona o un objeto sea protegido contra la influencia del maligno y substraído a su dominio”[2]. Según explica, el exorcismo se lleva a cabo, de manera simple, en el bautismo; y de manera compleja, en el “Exorcismo mayor” o “Gran exorcismo”:

“El exorcismo mayor,[3] que es una celebración litúrgica. […] “procura expulsar los demonios o librar del influjo demoníaco y constante con la autoridad espiritual que Cristo confió a su Iglesia”[4] [además] es una petición del género de los sacramentales, por lo tanto, es un signo sagrado con el cual “los efectos, especialmente espirituales, se significan y se obtienen por la impetración de la Iglesia”[5]

Además, se señala acerca de los “Exorcismos mayores” que:

“En los exorcismos mayores, la Iglesia unida al Espíritu Santo, suplica para que Él mismo ayude nuestra debilidad (Cf. Rom. 8, 26) a fin de rechazar a los demonios para que no dañen a los fieles. Confiada en aquél soplo divino con el cual el Hijo de Dios donó el Espíritu Santo después de su resurrección, la Iglesia obra en los exorcismos no en nombre propio sino únicamente en el nombre de Dios o de Cristo el Señor a quien deben obedecer todas las cosas, incluidos el diablo y los demonios.”[6]

En este documento, “De exorcismis et supplicationibus quibusdam”, a parte del ritual mismo del “Exorcismo mayor”, se señala que para que un sacerdote practique este ritual debe obtener permiso del obispo diocesano y debe estar “dotado de piedad, ciencia, prudencia e integridad de vida” y estar preparado para este oficio. Por otro lado, se advierte que “El exorcista, en caso de alguna, así llamada, intervención diabólica, […] no debe creer fácilmente que alguien que padece alguna enfermedad, especialmente psicológica, esté poseído por el demonio”; por otro lado, el exorcista “si fuere necesario podrá consultar a expertos en la ciencia médica y psiquiátrica que tengan sentido de las cosas espirituales”. También, “Debe cuidarse que el rito no se convierta en un espectáculo para los presentes. De ningún modo se dé espacio a los medios de comunicación social mientras se realiza el exorcismo”[7].

Así mismo, este texto, señala los “signos de la posesión demoníaca”, que determinan si se trata de un caso de obsesión del demonio o no, estos son:
-“hablar con muchas palabras en una lengua desconocida”
-“movilizar cosas distantes u ocultas”
-“manifestar fuerzas por encima de la naturaleza de la edad o condición del sujeto poseso”
-“aversión vehemente a Dios, al Santísimo Nombre de Jesús, a la Bienaventurada Virgen María y a los santos, a la Iglesia, a la Palabra de Dios, a los objetos sagrados, a los ritos, especialmente sacramentales y a las imágenes sagradas”
Además, se recomienda algo bastante importante:
-“Conviene, finalmente, examinar la relación que existe de todos los signos indicados con la fe y la vida espiritual teniendo en cuenta que el Maligno es enemigo de Dios y de todo aquello que los fieles tienen para experimentar la acción salvífica de Dios en ellos.”

Por otro lado, entre los aspectos legales encontramos que existe un tipo especial de delito civil llamado negligencia profesional; que consiste en que el profesional fracasa al momento de ejecutar las habilidades y cuidados ordinarios que hubieran sido utilizados por otros profesionales al tratar un problema similar o un caso bajo circunstancias similares[8]. El tipo más conocido de este delito es la negligencia médica, que sea produce cuando un médico infringe daños o lesiones a un paciente que confía en sus servicios profesionales.

A pesar de esta mayoría, no todas las negligencias profesionales son del campo de la medicina. También existen negligencia profesional de arquitectos, ingenieros; e, incluso, otras más complicadas como “negligencia religiosa”, si cabe el término. En nuestro caso, la muerte de una “cliente” o “paciente” (la persona exorcizada), en manos de un profesional, especialista en su campo (el sacerdote exorcista). Por lo tanto, la fiscalía demanda al profesional por homicidio culposo, en el cual no se tiene intensión de asesinato; pero de todas maneras ocurrió.

Pasare a describir a grandes rasgos el caso del exorcismo de Anneliese Michel. Esta joven alemana nació el 21 de Septiembre de 1952 en Leiblfing, Baviera. En la Alemania más conservadora; su familia la educó en la más ferviente fe católica y ella era una creyente muy devota. Quería estudiar educación, soñaba con ser profesora; sin embargo, unos ataques raros que contorsionaban su cuerpo y nublaban su mente la atacaron en su adolescencia. Los médicos le diagnosticaron epilepsia; sin embargo, ella creía que tenía otro mal, escuchaba voces que no se fueron a pesar de la medicación. En medio de ese calvario, ella tuvo una visión de la virgen María en la cual se le advertía de esa lucha contra el demonio que iba a tener que enfrentar. Con el paso del tiempo empeoró y los ataques se volvieron constantes, es entonces que sus padres desconfiaron de los médicos y se encomendaron a la Iglesia. Sin embargo, el vaticano negó el permiso para efectuar el exorcismo mayor, porque la joven no presentaba xenoglosia (poder pronunciar diversas lenguas desconocidas), sansonismo (fuerza extrema para la condición de la persona), aversión a lo religioso o conocimiento de hechos muy distantes en tiempo y espacio; la Iglesia recomendó seguir con el tratamiento médico, pero comenzaron los enunciados en lenguas muertas y la aversión a lo religioso. Así el obispo de Wolfburgo, Josef Stangl, le permitió al padre Ernst Alt realizarle el exorcismo mayor, así durante meses se le aplicaron sesiones hasta de 7 horas al día a petición de ella misma. Por más asombroso que parezca a través de su cuerpo se manifestaban Caín, Judas Iscariote, Nerón, Belial, Legión e, incluso, el mismo Lucifer (Otras versiones señalan también al espíritu de Hitler). Este caso produjo una controversia increíble, se llegó a decir que Anneliese era la elegida para purgar los pecados de toda la humanidad hasta ese momento y provocó una terrible discusión interna en la Iglesia acerca del Vaticano II. Pese a todo, Anneliese Michel, a causa de desnutrición y deshidratación, después de varias sesiones de exorcismo, murió el 1 de Julio de 1976. Los padres de Anneliese y los sacerdotes Josef Stangl y Ernst Alt fueron llevados a juicio por la muerte, según la opinión pública existía un delito de negligencia; se les declaró culpables por homicidio culposo y fueron condenados a 6 meses de prisión. Además, luego de varios años, se hizo publica una declaración de visión del cuerpo de Anneliese en perfecto estado, incluso, se exhumó el cuerpo en busca de respuestas. Debido a este caso, la Iglesia se vio obligada a modificar y traducir el “Rituale Romanum”[9].

En el 2005, el cine hollywoodense estreno “El Exorcismo de Emily Rose”; y, en el 2006, se produjo la versión alemana llamada “Réquiem”. Estas dos películas llevan al cine, este caso que se produjo en la vida real acerca del exorcismo llevado a cabo, por el padre Ernest Alt, a la joven alemana Anneliese Michel en la década del 70.

“El Exorcismo de Emily Rose”[10] es una película acerca del juicio realizado al padre Ernest Alt, pero la historia es presentada con diferentes nombres; la historia presentada como principal es el juicio realizado en 1976; además, se muestran pequeños fragmentos o flashbacks, que nos muestran la vida de “Emily” (Anneliese, en la realidad) y el proceso de exorcismo que se le ejecuta; esta película resalta el juicio y las implicancias legales. Por otro lado, “Réquiem”[11], la versión alemana, resalta la vida de “Micaela” (otra vez, Anneliese Michel en la realidad) y sus supuestos ataques de epilepsia y, nuevamente, el exorcismo que se le hace.

Este caso esta dividido en dos etapas y un periodo crítico. La primera etapa es la vida entera de Anneliese Michel, una infancia muy religiosa, en una familia bastante conservadora, marca su vida; sufre diversos ataques y es diagnosticada de epilepsia; sin embargo, la medicación surtía el efecto que debía, pero las voces y las presencias extrañas que señalaba no se iban. Es entonces cuando los padres y la propia Anneliese tomaron la decisión de pedir ayuda a la Iglesia; es decir, a solicitar los servicios “profesionales” o “vocacionales” de un sacerdote exorcista. Entonces, se produce el hecho crítico o de quiebre de esta historia: el exorcismo mayor, que se extiende en sesiones diarias por meses, hasta la muerte de la joven. Luego, viene la segunda etapa; esta consiste en el juicio por negligencia religiosa, realizado a los padres y los sacerdotes responsables del exorcismo “fallido” encontrados culpables y penados por 6 meses.

Este es un caso famoso no sólo dentro de la Iglesia y la sociedad alemana; además, es un caso bastante controversial a nivel legal y a nivel de la opinión pública. Además, gracias al cine, ahora es un caso bastante conocido alrededor del mundo. La polémica aparece a raíz de la muerte de Anneliese y esta se centra en definir si hubo o no negligencia profesional de parte del padre Alt. Para definir esto, todo se reduce simplemente a determinar si Anneliese estaba enferma de epilepsia o si, en verdad, estaba poseída por el demonio en persona.

Estudiando el caso, podemos comprobar que Anneliese Michel presentaba los “signos de la posesión demoníaca”, según el Rituale Romanum[12]: la xenoglosia, Anneliese pronunciaba idiomas extraños que se reconocían en las cintas del exorcismo[13]; el sansonismo y contorsión increíbles, es decir, manifestar fuerzas por encima de la naturaleza de la edad o condición, no sólo presentaba demasiada fuerza, sino que también se contorsionaba de manera sobrenatural; mostraba aversión hacia lo religioso; además, se identificaron dentro de la joven bastantes presencias demoníacas. Incluso, esto años después, es corroborado por Gabrielle Amorth, el mayor exorcista del Vaticano en la Archidiócesis de Roma.

Lo que se debía aclarar es ¿fue un caso de epilepsia combinado con psicosis o un caso de obsesión demoníaca? La película “El Exorcismo de Emily Rose” refleja de cierta manera la dinámica del juicio; por un lado, la fiscalía defendía la teoría de que la joven asesinada sufría ataques epilépticos y que el sacerdote, negligentemente, le recomendó no seguir con la medicación; por otro lado, la defensa tenía una tarea bastante difícil, debido a que debía presentar y sustentar la teoría de que el sacerdote actúo de la mejor manera que pudo en su oficio, eso incluye probar que si hubo posesión demoníaca. En la vida real, la condena fue de 6 meses de prisión; en la película, como toda película hollywoodense, fue de condena por tiempo servido, es decir, la inmediata liberación por condena cumplida en el tiempo del juicio.

Tengo algunas observaciones acerca del caso:
-Primero, en juicios como este, en mi opinión; el razonamiento del juez y el jurado debe tener lo que se dice “mente abierta”. Los elementos de este juicio van más allá de la razón y requieren mucho más tolerancia que en cualquier otro caso. Esto porque es probable que si el jurado o el juez no son creyentes apoyen la teoría de la ciencia, aquí debe primar la objetividad e imparcialidad.
-Segundo, como se señala en “De exorcismis et supplicationibus quibusdam”, “la Iglesia obra en los exorcismos no en nombre propio sino únicamente en el nombre de Dios o de Cristo el Señor a quien deben obedecer todas las cosas, incluidos el diablo y los demonios”. Teóricamente, el título del juicio debe ser la sociedad civil versus Dios.
-Tercero, Anneliese, como ya se ha señalado, presentaba los signos señalados por el Rituale Romanum. Además, es conocido por testimonios y documentos, que Anneliese y sus padres acudieron voluntariamente a los servicios de la Iglesia.
-Cuarto, como se señala en “De exorcismis et supplicationibus quibusdam”, “El exorcista, en caso de alguna, así llamada, intervención diabólica, […] no debe creer fácilmente que alguien que padece alguna enfermedad, especialmente psicológica, esté poseído por el demonio”; por otro lado, el exorcista “si fuere necesario podrá consultar a expertos en la ciencia médica y psiquiátrica que tengan sentido de las cosas espirituales”. Entonces, puede ser que haya existido consulta previa a algún profesional de ciencia médica.

Por último, como conclusión, estas líneas son en tanto informativas acerca del caso; sin embargo, siempre queda cierta duda acerca de este caso. En los últimos días, he estado estudiando acerca de los exorcismos, lo que se puede desde un lugar tan lejano al Vaticano como lo es el Perú. En este caso, la opinión se divide en dos posturas: o Anneliese murió por desnutrición y/o deshidratación por la acción negligente del sacerdote que le impidió continuar con un tratamiento médico contra la epilepsia; o Anneliese murió por la acción de los seis demonios que residían en su interior y toman a la joven como la purgadora de todos los pecados de la humanidad hasta ese momento. Juzgue usted de acuerdo a sus creencias. Como dice la canción de Mago de Oz, “La danza del fuego”: “Cuando oigas a un niño preguntar, por qué el sol viene y se va. Dile por que en esta vida no hay luz sin oscuridad”; Yo creo en Dios y en el bien; lamentablemente, no es posible pensar en el bien, sin el mal.

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[1] Medina Estévez, Jorge “El nuevo rito de los exorcismos” (1999)
[2] Ibídem
[3] Cf. Catecismo de la Iglesia Católica, n. 1673.
[4] Cf. Ibídem
[5] “De exorcismis et supplicationibus quibusdam” (o De Exorcismos y otras suplicas) [1999]
[6] Ibídem
[7] Ibídem
[8] Finch McCranie, FLL “Negligencia Profesional” [2006]
http://www.los-abogados.org/profesional.htm
[9] Información obtenida del reportaje hecho por Cuarto Milenio y la entrada de Wikipedia acerca del tema.
Parte 1: http://www.youtube.com/watch?v=YVd6u-LqoNc
Parte 2: http://www.youtube.com/watch?v=_W81SH7XWb0&feature=related
Parte 3: http://www.youtube.com/watch?v=0__bzc3XR4w&feature=related
Wikipedia: http://es.wikipedia.org/wiki/Anneliese_Michel
[10] IMDb: http://www.imdb.com/title/tt0404032/
[11] IMDb: http://www.imdb.com/title/tt0454931/
[12] “De exorcismis et supplicationibus quibusdam” (o De Exorcismos y otras suplicas) [1999].
[13] Cinta del exorcismo:
http://nl.truveo.com/Anneliese-Michel-Exorcism-audio-tapes-Long/id/4116529483

1 comentario:

Anónimo dijo...

Vi también la película, y me parece que la fscal y el artículo haceen la vista gorda ante un simple hecho:

¿Bajo el cuidado de cual profesionista murio la joven: bajo el cuidado médico o bajo el cuidado de un sacerdote?

La medicina ve por la vida, y la religión por el alma; troquen papeles y vean el resultado. El trato negligente de padres y sacerdotes hacia la vida es lo que realmente estuvo en juicio todo el tiempo. Ellos dejaron que la mujer muriera, asi que fueron responsables de negligencia.


Diseño del artista cusqueño Jorge Flores Najar, mi querido Tío.