sábado, 20 de diciembre de 2008

El extremismo en algunos colegios de señoritas del Cusco










Publicado en el "Diario del Cusco", el 22 de Diciembre del 2008, por Javier André Murillo Chávez.
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Escribe un estudiante de la Pontificia Universidad Católica del Perú, y egresado del Centenario Colegio Salesiano del Cusco, colegio integrante del Consorcio de Centros Educativos Católicos del Cusco; soy cuzqueño de nacimiento y he sido educado en la fe católica cristiana, tanto por mis padres, como por mi colegio y, actualmente, por mi universidad.

Hace poco fui alumno del curso “Fe Cristiana y Mundo Contemporáneo” en la Facultad de Estudios Generales Letras. Este curso forma parte del programa curricular de mi universidad que tiene programado dos años de estudios en diversas áreas como historia, filosofía, ciencias sociales, biología entre otras; todo esto antes de empezar estudios especializados en la carrera particular que desee cada alumno como Derecho, Ciencia Política, Literatura, etc.

El objetivo de este curso fue aproximarnos un poco más a la teología y la relación entre nuestro mundo actual a la luz de la fe cristiana. Mi experiencia personal y las ideas de este curso me han impulsado a escribir estas líneas, gracias a la enseñanza de mi familia, de mi colegio y, ahora, de mi universidad, aprendí que la lectura de la palabra de Dios es importante en la vida de un creyente, es útil y sirve, en cada momento de nuestras vidas, para diversos aspectos.

Sin embargo, también he aprendido, que si bien la palabra de Dios plasmada en la Biblia es la guía de todo creyente; así como los textos teológicos señalan que “La Biblia es palabra de Dios para todas las épocas que se suceden.” [1]. Exactamente por esto, no puede ser leída como cualquier otro libro, es preciso tener en cuenta las exégesis, es decir, una serie de Interpretaciones que “trata de franquear la distancia entre el tiempo de los autores y de los primeros destinatarios de los textos bíblicos, y nuestra época contemporánea, para poder actualizar correctamente el mensaje de los textos y nutrir la vida de fe de los cristianos”[2]

Como dice la Pontificia Comisión Bíblica, el objetivo máximo de la palabra de Dios es guiar y “nutrir la vida de fe de los cristianos”. Sin embargo, muchas veces nuestros actos van en contra de lo que creemos y se genera la peligrosa contradicción entre lo que decimos y lo que hacemos. El motivo de estas líneas es demostrar, en base a mi experiencia personal, cómo un conservadurismo extremo lleva a negar o ir en contra de la propia palabra de Dios que se nos imparte, paradójicamente, como alumnos de los colegios del Consorcio de Centros Educativos Católicos en el Cusco.

Leyendo mi tradicional “Nueva Biblia Latinoamericana”, la versión que de preferencia usábamos en mis tiempos de escolar, encontré esta exégesis, a la base del Génesis 2, que habla de la creación del hombre y de la mujer, titulada: “Algunas respuestas claras acerca de las bases de la Fe”:

“No es bueno que el hombre esté sólo. Dios, que no conoce la soledad, establece la división de los sexos, no porque sea necesaria trasmitir la vida, sino para promover el amor, la entrega mutua y el gozo compartido. La mujer es formada del hombre; esto significa que tiene igual dignidad que él; la debe respetar y querer como a sí mismo. Debe formar con ella un solo ser: es lo que significa la expresión bíblica: los dos serán una sola carne.”[3]

He vivido intermitentemente, los dos últimos años, entre Cusco y Lima; en esta época de mi vida he podido observar la actitud contrastada entre la provincia en la cual he vivido 15 años de mi vida y la capital de nuestro país. El contraste es claro: la mayoría de personas e instituciones de la sociedad cuzqueña, en la cual me incluyo, tienden a exagerar las cosas o radicalizarlas, se llega siempre a los extremos (incluso podríamos decir provinciana en vez de cuzqueña); por el contrario, en la sociedad limeña, capitalina, curiosamente, no se percibe la tendencia a exagerar las cosas o la radicalización, pero cuentan también con otros defectos. Esta actitud en provincias, trae consigo, la mayoría de las veces, desventajas y pérdidas. Además, esta es la imagen que comparten algunos limeños de nosotros y que debemos corregir con el tiempo, porque lo único que logramos es que, erróneamente, se nos tilde de “Bárbaros”, “Radicales” o, como dice el presidente, “Perros del hortelano”.

Esta actitud de extremismo se puede percibir tanto en personas como en las instituciones de provincias. Tomando un ejemplo de mi propia experiencia, además de ser motivo de las líneas que escribo en estos momentos; si bien, todos los colegios de señoritas del Consorcio de Centros Educativos Católicos del Cusco deben promover, como principio, el respeto hacia sus alumnas y una actitud un tanto conservadora por la edad misma de las alumnas; así como, por ser responsables directos de su alumnado por encargo de los padres; este principio no debe ser arrastrado hacia el ultra-conservadurismo, ejemplo de este extremismo provinciano del que hablo, porque, en este caso particular, así se promueve un aislamiento social único; así como una provocación a la desobediencia como con toda prohibición; y sobre todo la contradicción que ya mencioné: la negación de la enseñanza cristiana plasmada en la Biblia.

Debo agregar y aclarar, que los colegios sólo de varones no presentan este problema, ya que tienen una postura un poco más liberal respecto a este tema, en el que influyen también temas de machismo y otros; de la misma forma, los colegios mixtos también cuentan con sus propios problemas que no son temática de estas líneas. Es por eso que dejo de lado a los colegios exclusivos de varones y los colegios mixtos de esta pequeña reflexión.

Por otro lado, personalmente, he observado en mi vida de escolar aquí en el Cusco, y no soy el único; que en la mayoría de los casos, amigas mías e, incluso, mi enamorada, vivían, y algunas viven aún, con un temor profundo cuando se encuentran con el uniforme de sus colegios; en parte, ese temor se debe al castigo con el que amenazan algunos colegios de señoritas al observar a una alumna suya con un alumno del sexo opuesto de algún otro colegio o algún otro chico, a menos que sea pariente cercano. Los castigos, según tengo entendido, van desde amenazas leves, citación a los padres y hasta expulsión.

Como se dice en la exégesis: Dios creó al hombre y a la mujer “para promover el amor, la entrega mutua y el gozo compartido”[4] entre ellos. En general, nuestra actitud, debe ser una actitud prudente, o ética, como menciona Aristóteles en la “Ética a Nicómaco”, debe evitar el exceso y el defecto, ser punto medio. En este caso, no se debe tomar una postura ultra-liberal, como permitir a las alumnas hacer lo que quieran cuando se encuentren con el uniforme de colegio; ni una postura ultra-conservadora, como se ha tomado hasta ahora; es decir, castigar hasta el saludo de un amigo en la calle cuando las alumnas se encuentran con el uniforme. Se debe tener una postura prudente, en la cual se analice con criterio la situación.

No es lo mismo encontrar señoritas alumnas cometiendo actos imprudentes, obscenos, toscos o groseros en plena calle; que encontrar señoritas alumnas saludando a sus amigos con un beso en la mejilla. De igual manera, como se dice en la exégesis, Dios creó al hombre y la mujer para promover el amor. También existen casos en que las alumnas mayores tienen enamorados en otros colegios o enamorados en general, pero la situación debe ser evaluada con criterio y no simplemente castigada por darse la situación. En mi opinión, una situación que amerita castigo es cuando una alumna y su enamorado comenten actos obscenos frente a alumnas menores o frente al público; pero otra situación muy distinta es cuando un enamorado lleva un ramo de flores a la puerta del colegio de su enamorada y ella lo recibe con un beso, la cual es una demostración de amor, incluso modelo para las alumnas menores.

Una postura de castigo y represión de ambas situaciones, la imprudente y la prudente, sin criterio ni evaluación, sólo promueve también la represión de las relaciones sociales del alumnado, pero especialmente, una profunda represión del amor, que es justamente lo que Dios nos ha encargado; así como ir en contra de su voluntad y de la enseñanza religiosa que se nos imparte en los centros educativos del Consorcio. Además, también cierta experiencia, me demuestra que las prohibiciones generan deseos de desobediencia. Es así que, frente a estas prohibiciones propias de un ultra-conservadurismo, algunas alumnas de colegios exclusivos para señoritas buscan evadir las prohibiciones mediante otros métodos como esconderse, mentir o engañar a las autoridades y profesores de su propio colegio cuando se encuentran con sus enamorados. La pregunta es: ¿Esos no son valores anticristianos (esconderse, mentir, engañar)? ¿Eso no es lo que se promueve mediante las prohibiciones exageradas? ¿Ese tipo de alumnas son las que se quiere para los colegios exclusivos de señoritas, formadas en esos antivalores?

Es por esto, que hago un llamado a las autoridades y profesores de los colegios exclusivos de señoritas integrantes del Consorcio de Centros Educativos Católicos del Cusco, a tener en cuenta esta humilde opinión, que se presenta como sugerencia y/o cierta crítica, pero nunca como muestra de altanería, soberbia y/o protesta. Escribo estas líneas como creyente católico cristiano, exalumno salesiano cuzqueño y, actualmente, alumno de la Pontificia Universidad Católica del Perú, esperando contribuir, con mi opinión, la educación y valores en el Cusco. Como sugerí, la actitud que se debe adoptar, tanto por personas e instituciones, ha de ser prudente, una actitud que evite el exceso y el defecto, una actitud con criterio; una actitud conforme a la voluntad de Dios, que quiere para los hombres una vida plena y que, particularmente, ha señalado para el hombre y la mujer un camino de amor, entrega mutua y gozo compartido.
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[1] Documento de la Pontificia Comisión Bíblica: “La Interpretación de la Biblia en la Iglesia”. En:
http://www.foroexegesis.com.ar/Textos_Magisteriales/interpretacion_de_la_biblia_en_la_iglesia.htm
[2] Ibídem.
[3] Nueva Biblia Latinoamericana. España: 1972. p. 6.
[4] Ibídem.

1 comentario:

zfdggfddfsfsdffhshsh dijo...

Pues mis felicitaciones por la publicación en un diario. Me parece muy buena la idea, lo único malo, creo yo, es que se hace un poco redundante la lectura, hubiera podido ser un poco más corta.

Un saludo


Diseño del artista cusqueño Jorge Flores Najar, mi querido Tío.