domingo, 31 de enero de 2010

El diluvio en Cusco


Cuando ocurren desastres naturales lejos de donde vivimos, muchas veces nos sentimos ajenos, pero aún así nos comprometemos a ayudar. Sin embargo, qué ocurre cuando pasa algún desastre cerca de nuestro entorno y ocurre a personas que conocemos. Desde el terremoto sufrido en Ica, Nasca y Pisco; el temporal de lluvias extremas en Cusco es la siguiente prueba de la naturaleza contra nuestra nación.

Son desoladoras las imágenes y el panorama del Cusco, luego del “diluvio” vivido hace unos días. El valle sagrado de los incas ha sufrido de manera intensa este fenómeno gracias a la proximidad de los ríos que lo atraviesan. Las vías de recorrido hacia Machu Picchu han sido colapsadas y la región entró en crisis por la cantidad de turistas varados en la población de Aguas Calientes (lamentablemente, la prensa aprovechó esto para generar controversia y escándalo como siempre).

De esta dolorosa experiencia es importante recalcar la solidaridad que existe en el Perú. La hermandad entre peruanos existe y esta reflejada en el deseo de ayudar desde distintos puntos de nuestro país. Los puntos de apoyo cada día se incrementan y se agradece todo gesto de solidaridad con nuestros paisanos.

Yo vivo desde hace un tiempo temporalmente entre Cusco y Lima. Hasta hace poco estuve en Cusco, justo antes del diluvio; lamentablemente, por motivos de estudio tuve que partir a la ciudad de Lima el día 17 de enero, en la cual me encuentro obligado a permanecer hasta el 24 de febrero. Felizmente, desde acá se puede estar al tanto de todo lo que esta pasando gracias al Internet (agradeciendo a @markopunk por su excelente cobertura visual en Twitter) y la televisión (las distorsiones fueron lamentables, pero dentro de todo se informó).

Mis sentimientos son de cólera y de orgullo, una mezcla un tanto rara. Cólera por tener que estar lejos de mi ciudad justo cuando me necesita y no poder escapar de la capital; y orgullo pues desde Lima también se siente el apoyo que se brinda a mi ciudad y a mis paisanos. Estoy enterado de dos eventos benéficos para apoyar a los damnificados: uno en Lima y otro en Cusco.

El primer evento es un concierto de música llamado “Que levante la mano la guitarra…”, éste se realizará en el Teatro Municipal de Cusco, el día 4 de febrero, y la entrada son 10 soles o elementos de primera necesidad equivalentes. (Evento en Facebook). El segundo evento es una actividad artística variada llamada “Cusco sí se siente en Lima”, ésta se realizara en el parque Kennedy, el día 6 de febrero, y se recibirán donaciones como agua, artículos de higiene personal, herramientas (palas y picos), alimentos no perecibles (urgentemente), alimentos específicos para bebés y niños, frazadas, ropa de abrigo, baldes, carpas, utensilios de cocina (ollas, platos, cubiertos, cocinas pequeñas, etc.) entre otras cosas. (Evento en Facebook).

Entre mi familia paterna y materna tenemos haciendas en Lamay, Cochahuasi (santuario animal), Yucay y Mollepata. Lamentablemente en dos de ellas las desgracias chocaron contra el terreno; en Lamay, según cuenta mi tío Papín, los sembríos están arrasados y en Cochahuasi, una jaula donde se encontraban los zorros (que fueron rescatados felizmente) ha sido destruida y los puentes de madera han colapsado.

Esto es una nueva prueba a nuestro país, a nuestro pueblo, a nuestra gente. No queda más que recuperarnos de esta fuerte caída; mi abuelo, mi Tata, ingeniero civil especializado en hidrología, se encuentra en varias comisiones de revisión de infraestructuras en defensa civil en Cusco; yo, colaboraré con el evento de Lima en el parque Kennedy en Miraflores. En estos momentos, Cusco, la capital histórica del Perú, necesita de nuestra ayuda de cualquier forma. Apoyemos a nuestros hermanos cuzqueños…

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Diseño del artista cusqueño Jorge Flores Najar, mi querido Tío.