domingo, 4 de octubre de 2009

A hard day in life





















Estas líneas están dedicadas a mi familia…

El día de hoy me levante pensando en las mil y una cosas que tengo que hacer para la Universidad; desde controles de lectura hasta elaboración de fichas para un trabajo de investigación. No tomé desayuno, pues en Lima como es costumbre, uno se levanta directo a almorzar. Ayer, vinieron a visitarme dos amigos y tuve que arreglar el zafarrancho que tenía en mi departamento; ahí fue cuando me di cuenta después de media hora arreglando, de la gran responsabilidad que tengo en mis manos.

En fin, hoy me aliste para salir a desayunar-almorzar, y tome la decisión de ir a Pueblo Libre, a unas 5 cuadras de mi casa pues por flojera, y falta de movilidad propia, no me dan ganas de ir más lejos. Apenas salí del departamento, la canción que sonó en mi Ipod fue “Color esperanza”, como sabe mi familia, esa es la canción de mi hermana Sofí y mía, con la cual cantamos los dos desde hace un tiempo al sonido de la guitarra que me regalo mi papá hace unos años o la “sobreviviente” guitarra de mi abuelo con la que comencé mis aventuras musicales.

Después de ese golpe de nostalgia, tome un combi chiquito como los que hay en Cusco hacia Pueblo libre y pague 50 centavos, un pasaje promedio entre normal y universitario en Cusco, y llegué a “La olla criolla”, un restaurante dirigido por un señor muy parecido a mi abuelo, pero menos simpático, pero con gran aire a hombre de la familia como él; en este restaurante sirven el mejor menú de esa parte de Pueblo Libre.

Ni bien entré al restaurante, observé como llevaban un plato de sopa con fideos, que me hizo recordar las sopas, que usualmente sólo como en Cusco, preparadas por mi abuelita Vilma; con el antojo rarísimo y con un sol leve en esta primavera limeña, me pedí eso y un pollo a la plancha, que me hizo acordar lo que mi mamá me preparaba cuando no me gustaba el almuerzo del día. Segunda puñalada, por partida doble, de nostalgia.

Como si hubiera sido poco, me encontraba comiendo y sucedió lo que tenía que pasar. En ese restaurante siempre acostumbran poner canciones de CD, pero los domingos familiares ponen una radio bastante familiar “La Inolvidable”; y en eso la voz del conductor anunció a “los morochucos” con su canción “cuando llora mi guitarra”; en verdad este fue el golpe de nostalgia más fuerte del día, pues engloba en particular a mi abuelo, mi Tata, y toda mi familia; pues, escribiendo esto con lagrimas en los ojos, se me vienen a la mente los domingos al medio día cuando todos nos sentabamos a comer en la mesa de Manzanares; esa es la familia que tengo siempre en mi corazón y que acá no tengo.

A esto hay que aumentarle, los golpes previos que me he estado guardando: primero, cuando me llegó de sorpresa un dibujo de mi hermana (puerquito de Winnie Pooh en una ciudad) y que por teléfono me pregunte donde lo puse; cuando me llegaron galletas de mi abuelita Vilma; otro de los fuertes, cuando me llegó un pedazo de torta de la fiesta de cumpleaños de mi hermana, primer cumpleaños en el que su hermano mayor no está, y esas son cosas que ni la mejor facultad de Derecho, ni el mejor futuro, ni los mejores amigos, ni la chica que me gusta, NADA pueden justificar, nunca me lo voy a perdonar. También la falta de mi papá que siempre es mi guía y que siempre me ayuda en mi ignorancia jurídica por teléfono, si estuviera junto a mí, e incluso lejos de mi, estoy seguro que él es mi mejor profesor; también me hizo falta mi papá el otro día cuando por fin aprendí a tocar “Ojala” de Silvio, nuestra canción preferida juntos. Y por último, pero no menos importante, también la falta de mi hermano, sus peleas y estupideces de hermanos. Todos los golpes con los que un cusqueño despojado de su hogar debe soportar.

Dos ideas para acabar; como dice Chacalón: “soy muchacho provinciano” buscando un mejor futuro a falta de Universidades buenas en mi carrera en Cusco; y como dice Vallejo: “Hay golpes en la vida tan fuertes ¡Yo no sé!”

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Javi!!! no leido la entrada pero esa canción... esa canción Javi!!! es hermosísima! una de mis favoritas :)
"...comprendo que no vienes
porque no quiere Dios..."

Asu... y el gran Vallejo:
"Golpes como del odio de Dios; como si ante ellos,
la resaca de todo lo sufrido
se empozara en el alma... ¡Yo no sé!"

no sé quá más decir... creo que basta con repetir que amo esa canción (y amo a Vallejo) =)

Adriana

Anónimo dijo...

ok. ya lei el post completo. Te entiendo Javi.. y sólo Dios sabe cuánto te entiendo!

Adriana


Diseño del artista cusqueño Jorge Flores Najar, mi querido Tío.