miércoles, 1 de octubre de 2008

El Problema del Mal en San Agustín: Informe del texto














Este es mi segundo informe de mi curso Fe Cristiana y Mundo Contemporáneo, acerca del texto "El problema del mal en San Agustín" del autor Héctor Castro Diéz, LC. Para consulta del texto entrar aquí.
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¿Quién no ha experimentado alguna situación del mal? La muerte de un pariente, la ruptura de una relación amorosa de largo tiempo, un accidente de tránsito, la pérdida de bienes materiales por algún robo u otras causas como un desastre natural, abundan los ejemplos. ¿De donde proviene ese mal? En caso de los creyentes ¿Cómo pensar el mal si creemos en la existencia de un Dios basado en el amor? ¿Cómo es posible que exista el mal si Dios quiere lo mejor para nosotros? Preguntas que surgieron a lo largo de la historia y que San Agustín de Hipona supo investigar, él estuvo en búsqueda constante de una explicación a este problema del mal tan profundo en nuestro mundo hasta la actualidad. El presente texto de Héctor Castro Díez nos habla de manera resumida el pensamiento del santo de Hipona acerca del mal.

Lo que propone el autor, en mi opinión, es mostrar al lector una de las más coherentes explicaciones filosóficas y teológicas acerca del problema del mal. La propuesta de San Agustín que fundo los cimientos de “la auténtica respuesta al problema del mal en el mundo”. Además, nos muestra el razonamiento y reflexión de San Agustín como filósofo y creyente, en su tiempo y visión del mundo. Particularmente, el texto me pareció un gran resumen de la evolución del pensamiento del santo de Hipona, como lo denomina el texto, a lo largo de su vida, acerca del problema del mal en el mundo.

La idea central del texto es su explicación del problema del mal reinante del mundo: “el mal que reina sobre la tierra viene del mismo hombre, el cual, con un mal uso de su libertad, puede oponerse a Dios y pecar”. Este mal no es sino “la privación del bien” y no puede venir de nuestro Dios bueno y creador, por esto es que viene del mismo hombre. Además, siguiendo la reflexión acerca de su clasificación de males, el único mal que existe es el pecado. Por otro lado, San Agustín indica que Dios es capaz de transformar el mal, como dice el texto: “Dios saca de un mal, un bien mayor”. Sin embargo, San Agustín toma distancia de situaciones como la muerte y se acoge en su fe. Con esta idea central, San Agustín logra aportar una explicación al mal presente en el mundo, muy reflexionada y elaborada.

La primera idea principal es acerca del génesis y el núcleo del problema del mal en el pensamiento de San Agustín. Pasando por el maniqueísmo y el neoplatonismo no logra encontrar, en una teoría ya existente, la solución al problema del mal. Entonces, basado en la “certeza de un Dios bueno que hace todo de la nada, que da el ser y la existencia a la naturaleza” plantea la definición del mal y la primera idea principal del texto: “El mal no es sino la privación del bien”, definición muy importante que ha trascendido en el tiempo. Además, determina que el mal no proviene de Dios ni de un principio del mal, entonces, por descarte, proviene del mismo individuo.

San Agustín define claramente que tanto el mal como el bien son complementarios, como escuché en una canción de mi grupo preferido Mago de Oz titulada “la danza del fuego”: “Cuando oigas a un niño preguntar ¿Por qué el sol viene y se va? Dile porque en esta vida no hay luz sin oscuridad”. Es exactamente un ejemplo del pensamiento de San Agustín, es imposible pensar en “duro” sin “suave”; o en “caliente” sin “frío. Así, en términos filosóficos, los opuestos, según lo entiendo, son la privación de su contrario.

La segunda idea principal del texto tiene que ver con la tipología del mal elaborada por San Agustín. Dividiendo el mal en “mal físico” y “mal moral”; sin embargo, descarta el “mal físico” porque tiene que existir a la fuerza para lograr armonía en la naturaleza. Entonces, por descarte, el único mal que existe en nuestro mundo es el “mal moral”, que no es más que el pecado. Y la segunda idea principal es: “el hombre es el autor del mal que encuentra y padece”. Dios nos concede libertad, pero el hombre es corruptible y puede fallar en la elección de seguir a Dios o rechazar a Dios.

Es cierto, el único responsable de sus actos es el mismo hombre, porque Dios le brinda libertad absoluta sobre sus acciones. El hombre puede optar por el rechazo al amor de Dios y su plan de salvación, pero porque él sólo se corrompe, y a estas situaciones o actos en el mundo cotidiano se les conoce como pecados. Cada persona puede optar por donar una limosna a un ciego en la calle o no hacerlo; puede optar por ser fiel o ser infiel a su pareja; puede decidir entre ahorrar para comprar un nuevo celular o robar uno; y otros ejemplos de situaciones que dependen de la voluntad humana cedida por Dios en nuestra elección del sentido de nuestras vidas.

La única idea del texto con la que estoy en contra es la de que el “mal físico” logra la armonía de la naturaleza, según el texto este mal físico favorece al conjunto de la naturaleza; personalmente, lo que entiendo de esta reflexión, es que si me roban y me golpean, me dejan medio muerto, está bien porque es la armonía de la naturaleza. Suena ilógico, es como si dijera: el sacrificio de uno es bueno para los demás, pero si todos entendemos esto, todos sufriríamos por el bien de los demás. Más que no estar de acuerdo con la frase, no la comprendo.

Bueno, el texto ha aportado a mi conocimiento y a mi saber para aplicarlo a mi vida; me ha enseñado, para mi conocimiento, mucho acerca del pensamiento de San Agustín de Hipona, influido por Aristóteles, los maniqueos y los neoplatonistas e influencia importante para Santo Tomas de Aquino, acerca del problema del mal que continua presente en la actualidad; que el mal es una privación del bien y que no podría existir bien sin el mal. Luego, para mi vida, he aprendido que el único origen del mal es la voluntad del hombre, el uso de la libertad que nos brinda Dios para hacer el bien o el mal; por esto, depende de cada uno actuar según la voluntad de Dios, de acuerdo a su amor y su plan de salvación o actuar egoístamente y simplemente volcarse a uno mismo. Aparece muy importante la figura del pecado. Además, San Agustín nos brinda, según entendí, pese a tratar de explicar el problema del mal en su totalidad, un llamado a confiar en la fe, como él dice, en algunas situaciones.

El mal, entendido como el pecado, depende de cada individuo y cómo actúe. Esta es la gran enseñanza de San Agustín a un mundo en el cual el llamado a ser buenos es latente y urgente. Estamos en un mundo en el cual reina el pecado en muchos aspectos, entonces estudiando y reflexionando sobre el mal damos un gran paso para poder superarlo y lograr un mundo completamente enfocado hacia la voluntad de Dios.

1 comentario:

Jhon Daza dijo...

"mal fisico" yo digo que como la etica cristiana desde tiempos remotos ah echo que poblaciones enteras tengan "fe " en aquella religion teniendo un pensamiento unico y para aquel idelotatrado o dios ese pensamiento sea el unico correcto .como el hombre se da la libertad de serlo o no serlo , de hacerlo o no.. pienso que habla de una especie de capitalismo para que existiera el "equilibrio " tal ves le da el nombre de moral fisica porque es como se quieren ver fisicamente una cuestion de vanidad o estrato.


Diseño del artista cusqueño Jorge Flores Najar, mi querido Tío.