Cusco (travels) in DeviantArt
Siempre rondó en conversaciones entre amigos y familia que el Cuzco cada día más se convertía en ciudad de gringos, pues siempre que pasábamos por la plaza de armas, centro cultural y turístico de la ciudad, se veía repleta de diferentes visitantes nacionales, asiáticos, americanos y europeos. Lamentablemente, la situación actual ha hecho que esta frase sea un imposible, lo cual perjudica gravemente al Perú, pero especialmente a la ciudad imperial.
Esta vez, a pesar de la felicidad que siempre me da regresar a mi Cuzco, me invadió una terrible tristeza cuando pasé por la plaza de armas por la noche de un miércoles cualquiera, un día que jamás debería faltar la gente sentada en las graderías al pie de la catedral, gente conversando alegremente en las bancas y rondando los míticos portales de la ciudad en busca de un bar, un lonche o una cena. La verdad es que jamás imaginé observar un paisaje tan extraño: la plaza de armas casi vacía.
Mis padres me comentaron que nunca se había visto la plaza de armas y, en general, el centro de la ciudad así; salvo en la época del terrorismo. Ahora casi todos los negocios enfocados en público extranjero están cerrados, las bancas, portales y graderías de la plaza están vacías y, en general, hemos dejado de tener afluencia turística.
Esto desde el punto de vista económico, es una crisis. Tanto los negocios en el centro de la ciudad como los pequeños comerciantes en el valle sagrado se encuentran sufriendo la misma situación: falta de consumidores, falta de ingresos, quiebra, etc. Ya no hace falta hablar del cierre de Machu Picchu, maravilla del mundo moderno, principal destino turístico del Perú y el Cuzco; el cual genera perdidas de millones de soles por día. Sumemos que lamentablemente las lluvias no cesan y no dan tregua para la recuperación; todo el valle sagrado ha sufrido daños posiblemente irreparables, sembríos arruinados, pueblos inundados, etc.
Difícil es creer que todo se va a solucionar de golpe. No existe campaña ni milagro que haga la recuperación inmediata; sin embargo, se pueden tomar medidas para comenzar la recuperación, hay que recalcar que la campaña “Cuzco pone” y las rebajas de precios de boletos de avión, restaurantes y hoteles son muy buenas iniciativas. Pese a esto, se enfoca erróneamente la solución tratando de atraer a los turistas nuevamente al Cuzco, cuando la mejor medida a corto plazo es enfocarse en la población cuzqueña y nacional.
Los cuzqueños sabemos que todos los negocios del centro y, más aún, alrededor de la plaza de armas son caros porque están enfocados en clientela extranjera que puede gastar en los precios altos de manera normal. Si estos negocios bajaran sus precios razonablemente la clientela cuzqueña y nacional aumentaría y la crisis por el momento sería menos crítica como lo es ahora: estos negocios están cerrados y no perciben ingresos, cuando tomando la medida descrita estarían funcionando de manera normal con otro tipo de público. Ese es el problema de querer lograr o esperar una movida, una “jugada”, una medida “milagrosa” que solucione el problema de inmediato; la crisis es total hasta los “bricheros“ se han quedado sin trabajo.
Volver al Cuzco ha sido reconfortante como siempre, pero no puedo dejar de expresar mi pesar por la situación, pero a pesar de todo hay cosas rescatables. Es admirable la solidaridad nacional, cabe destacar especialmente la limeña, que han hecho llegar su ayuda al Cuzco; de la misma manera, las iniciativas universitarias tanto en el mismo Cuzco como en el resto del país han sido bastante buenas. Es imposible no resaltar que somos un país unido y solidario, a pesar de todas las diferencias y la distancia alrededor de nuestra gente y nuestro territorio, pero como se ha demostrado una vez: todos somos peruanos.
4 comentarios:
y pensar que esa misma plaza, que muy a mi pesar se ve desolada, fue la misma que estuvo repleta de gente de todo el mundo (literalmente) la noche que dio inicio al 2010. Todos juntos, unidos, de todos los países, dimos vueltas por la plaza, celebrando a la ciudad más acogedora del país, al Cusco, amado tanto por peruanos como por extranjeros. Duele en el fondo verlo un poquito marchito. Pero es algo pasajero, ya vendrán nuevamente los tiempos buenos. Sigan informando de cómo van normalizándose las cosas. Un abrazo Javier.
Es la verdad, yo también estuve ahi, y como todos los años comenzaron el año ahi muchas personas, esperemos que las cosas mejoren pronto... lamentablemente, como lo dije, estoy escribiendo este comentario escuchando una lluvia constante caer sobre el territorio cuzqueño y que amenaza con seguir toda la noche...
Acabo de hablar con una amiga cusqueña por teléfono, justo cumple años hoy, y la noche lluviosa la recibe. Ayer y hoy me dice que ha estado lloviendo, esperemos que poco a poco esto se vaya normalizando. Yo no veo la hora de volver. Amo esa tierra.
awuuu yo ke keria empezar con eso d trabajar de brichera ahora tengo k posponer mi trabvajo para cuando pasen las lluviasss
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