lunes, 17 de noviembre de 2008

Ocaso frente al mar [cuento]














“Todo lo que se hace por amor, se hace más allá del bien y del mal”
Friedrich Wilhelm Nietzsche

“Prácticamente no existe ninguna otra actividad o empresa que se inicie con tan tremendas esperanzas y expectaciones, y que, no obstante, fracase tan a menudo como el amor”
Erich Fromm – “El arte de amar”


Observabas el mar crudo y tranquilo… Sentado en una fría roca, pensando en la increíble cantidad de peces que estaban nadando libres en aquella agua azul teñida de rojo por el ocaso. “Hay muchos peces en el mar”, que irónico. El viento te roza y escuchas recordando dentro de ti…

- ¿Qué tiene de malo? –pregunté-
- Es menor que tú.
- ¿Y? -insistí-
- ¿No te parece mal?
- Para el amor no hay edad.

Desde aquella tarde cuando inicio, todo ha cambiado…


Era una tarde normal de prisioneros, hombres g y soda stereo, en el reproductor de música. Tirado en la cama bocabajo entre sueños y atención a una lectura de ciencias sociales, sonó el teléfono celular.

- Aló
- Hola – escuche por el auricular- ¿Qué haciendo?
- Hola Dani, acá aburrido entre lectura y ronquidos.
- Jaja ¿Por qué no vienes a mi casa?
- ¿A tu casa? – me extrañe- ¿Para qué?
- No lo sé, estoy aburrida y no hay nadie en mi casa.

No sabía que contestar en ese momento. Daniela era mi amiga desde hacia mucho tiempo, pero, era curioso, nunca había ido a su casa, pero sabía en donde quedaba; además, no sabía nada de su familia; en cambio ella si conocía a mis papás y a mi pequeño hermano. Por lo general siempre salíamos al cine o simplemente a algún parque cercano a caminar y reírnos de la vida o a chismear de nuestros fracasos amorosos, como siempre. Era como si algún tipo de barrera mágica o el destino no quisieran que conozca a su familia y su hogar.

- Excepto mi hermana – añadió de repente-
- ¿Tienes hermanos? – le pregunte confundido-
- Sólo una hermana menor, ven para que la conozcas.
- Bueno –me anime-
- OK, te espero.
- Nos vemos Dani- me despedí.

Apague la voz de Cerati en el reproductor. Me costó demasiado levantarme de la cama, entrar a la ducha y luego vestirme apropiadamente para salir en condición de “visita”; sin embargo, luego de unos cuantos minutos me encontré cambiado, un poco de colonia por aquí otro por allá y listo.

- Adiós –grite-
- ¿A dónde vas? – escuche la voz de mi madre lejana-
- Donde Dani- grite nuevamente-
- Ahhh le mandas saludos – contesto-
- Ya, no te preocupes, ya vuelvo.

Luego de bajar los cinco pisos del viejo edificio donde vivía, a pie para hacer un poco de tiempo y ejercicio, porque como se sabe la hora peruana es regla en este país; llegue por fin a la avenida que debía seguir para llegar a casa de Daniela. El paisaje era pintoresco; la avenida se extendía con sus largas pistas grises; al medio, vegetación en la separación de ambos sentidos, algunos árboles crecidos hacían sombra cada diez pasos; y la vereda transitada por unas cuantas personas y alguno que otro vigilante del serenazgo. Todo estaba demasiado tranquilo en ese instante. Era demasiado raro, sentía emoción y una curiosidad enorme por ir por primera vez a la casa de Daniela.

Al cabo de unos veinte minutos más o menos llegue a su puerta. Toque el timbre y al cabo de un tiempo salió a abrirme mi amiga Daniela llena de alegría como siempre, con su cuidado cabello rizado marrón oscuro, ojos café que combinaban con su cabello, muy linda Daniela, pero nunca la vi como “algo más”.

- ¡Señor! ¿Por qué tardo tanto?
“Al diablo con la hora peruana” –pensé-
- Te conozco mujer, te di tiempo para que te arregles -trate de excusarme-
- Tu siempre –sonrió-
- Bueno la cosa es que ya estoy aquí
- Si, pasa de una vez

Por primera vez atravesaba aquel portal y entraba a aquel chalet en el que vivía Daniela, el cual sólo había visto en su cumpleaños número diecisiete cuando fui a recogerla para ir a cenar con nuestros amigos. Por fin pude observar a sus padres en retratos colgados o puestos en marcos de cerámica se parecían mucho a ella; cuando entre sentí el aroma familiar del horno. Galletas -pensé- genial… En ese momento pasamos a la sala, Dani me invito a sentarme en sus cómodos sofás verdes y salió para la cocina. Ese momento observé que había un televisor bastante grande, lo encendí, puse el canal de música y, apocalípticamente, el dúo de Sin Bandera comenzó a cantar, lo recuerdo bien:
“Buenas noches mucho gusto eras una chica más,
- Miguel, te presento a Susan –escuche la voz de Daniela a mis espaldas-
Volteé y observe anonadado a Susan. Desde aquella vez, se imprimió en mi mente su imagen como una fotografía instantánea. Una niña demasiado linda, cabello negro lacio, ojos pardos, demasiado perfecta de facciones tiernas e indescriptible blancura.
después de cinco minutos ya eras alguien especial
- Ho-ola – conteste todavía un poco bobo-
- Hola, ¿cómo estás? – me dijo con voz de angelitos-
sin hablarme sin tocarme algo dentro se encendió
- ¿Estás bien? –me pregunto Daniela extrañada-
en tus ojos se hacia tarde y me olvidaba del reloj
En ese instante me di cuenta del papelón que estaba haciendo y me recupere un poco sonrojado.
- Si, estoy bien –simulé-
Mentía, no estaba bien, estaba embobado, “enamorado a primera vista”, completamente idiota. La canción seguía lentamente, pero nada importaba en mi mente. En ese instante noté que Susan también se sonrojó.
- Micky, hicimos galletas, espero que te gusten.
- Seguro que si te gustaran, hay de chocolate y vainilla –añadió Susan- ya las traemos.
La mire de nuevo, esta vez recibí una sonrisa. En ese momento salieron ambas hermanas hacia la cocina. Me quedé pensativo, reflexivo, casi soñando despierto, mientras terminaba la canción…
Te comencé por extrañar, pero empecé a necesitarte… luego…"


Susan y yo nos volvimos mucho más que amigos, iba más seguido a su casa, charlábamos y nos entreteníamos juntos. Así, poco a poco, nos fuimos conociendo, la invite un par de veces a comer un helado, a pasear y luego…

- Tenías que ser hermana de Daniela –le dije-
- Ja ja, que gracioso –me contesto Susan sarcásticamente-
- Al fin llegaste. Bueno ¿Qué quieres ver? -le pregunté-
- Algo romántico –me dijo con tono de niña engreída-
- Veremos que hay –contesté-

Al final entramos a ver una película romántica como Susan quiso; sin embargo, no importó la película… Importó lo que pasó viendo la película… Con tanto “amor en el aire” o en la pantalla, mi mano se junto con la suya y nuestros dedos se entrelazaron. No necesite ver su rostro en la oscuridad, sentí como su calor se transportaba a sus mejillas para tomar el color rojo que observé en ella aquella tarde en que la conocí. Al terminar la película nuestras manos seguían juntas y así siguieron hasta en el restaurante en el cual tomamos “milkshake” de chocolate y de vainilla como las galletas de aquel día. Curiosamente, no habíamos abierto la boca para hablar desde que entramos al cine. Terminamos de tomar nuestras bebidas en silencio y salimos caminando a ver el mar esa noche al borde del mirador de aquel centro comercial que se convertiría en nuestro lugar preferido desde ese momento.

- ¿En que piensas? –rompió el silencio Susan-
- En ese mar, el cielo y las estrellas –respondí-
- Lindo todo ¿no? –me dijo- Gracias por la salida Micky-
- De nada chiquita

Ambos mirábamos el horizonte, sólo nos iluminaban los faroles del centro comercial y la luz de la luna. En ese momento se reinició el silencio de aquella noche de luna, noche perfecta para…

- Su… -le dije-
- Dime… -pronuncio curiosa e inocente-

Justo después de esas palabras nos miramos cara a cara, nuestros rostros se unían poco a poco y sentí en ese momento que las palabras brotaron naturalmente. Y en ese momento empezó nuestro amor junto con sueños e ilusiones, pero también los riesgos y el secreto, el rechazo y los problemas. Sin embargo, en ese momento lo único que importaba era aquel beso, el roce continuo de nuestros labios; sus brazos alrededor de mi cuello y mis manos en su cintura; en ese momento no importaba nuestra edad, Daniela, su hermana y mi amiga, tus padres, los míos, no importaba nada. Sólo aquel momento…

- Soy feliz –dijo Susan mientras me abrazaba con todas sus fuerzas-
“Yo también, Su, yo también…”


Con el paso del tiempo, cumplí dieciocho, Susan trece y ambos un año en el amor de anonimato. Por ese tiempo me regalaron un Toyota negro, me encantaba manejarlo. Era increíble, pero lo manejaba siempre que conseguía dinero para la gasolina; los mejores paseos los hacía con Su, ella y mi auto ¿Qué más podía pedir? Los dos sabíamos lo que queríamos cuando estábamos juntos: tomarnos de la mano, unos cuantos besos y disfrutar del paseo. Nos amábamos y eso era lo importante, lo meritorio hasta ese momento era que nadie lo sabía, ni siquiera Daniela quien juraba que Susan estaba en actividades extracurriculares del colegio y yo en clases de Francés, claro que hubo ocasiones donde tuvimos que elaborar más nuestras excusas para salir porque Daniela quería salir conmigo a pasear o a contarme de sus amores… Entonces Su se molestaba conmigo porque era una completa celosa, pero así la amaba, mi infantil y preciosa niña.

Un día después de un paseo por el centro comercial, nos dirigíamos a su casa, en realidad a una cuadra antes para que no vieran a Susan conmigo. Íbamos llegando…

- Miguel… -me habló tímidamente Susan-
- Dime Su –le dije manejando-
- Puedes detenerte un momento.
- Normal –le aclare mientras estacionaba el auto- ¿Pasa algo?
- No, nada. Sólo que…
“¡Susan! ¡Miguel!” escuchamos desde afuera del auto. Era Daniela… “Diablos, piensa piensa” en ese momento nuestras manos se soltaron de golpe.
- Dan -nie -ela –dijimos al unísono muy impresionados los dos-
- ¿Qué hacen aquí?


Entonces, mis recuerdos se interrumpieron con el sonido de la bocina de mi auto, me paré de la roca sobre la cual me encontraba pensando, volteé y volví a ver a Susan como la vi aquella tarde, pero ahora sentada en el asiento del auto, determinada a irse conmigo hacia algún lugar donde podamos ser felices juntos; yo y ella con su cabello negro y sus ojos pardos mirándome con ternura...

miércoles, 12 de noviembre de 2008

Por ser quien eres













Estudiar muy lejos de tu ciudad natal, es muy complicado y todo se complica mucho más cuando toda tu familia se encuentra también lejos de ti. Hay ocasiones en las cuales la soledad es buena; a veces estando solo puedes estudiar, puedes leer, puedes hacer tu propia programación de televisión, tienes Internet para ti sólo, puedes comer a la hora que desees, tienes independencia. Una vida sólo para ti.

Sin embargo, a veces la soledad es triste y desesperante. Cuando tienes un tiempo libre no tienes con quien jugar play station o ver una película sólo. O cuando simplemente quieres escuchar un “me toca, Javier”, “anda a estudiar”, “pórtate bien” algo por el estilo. Hay veces en que extrañas la vida antigua que tenías, rodeada de las personas más importantes: tu familia.

Escribo estas líneas en parte por una película que fui a ver al cine el otro día cuando mi papá vino a Lima. La película se llama “Sentenciado a morir”, el titulo no enuncia el motivo que me llevo a escribir este texto. Pero una de las escenas si muestra lo que me inspiro; es la historia de una familia norteamericana con dos hijos, uno mayor de 20 años y otro de 16 aproximadamente, el hermano mayor es un buen jugador de hockey y siempre existe esa envidia y celos característicos del hermano menor; en medio de ese ambiente ocurre una tragedia: el hermano mayor, regresando de un juego de hockey con su papá es asesinado por unos pandilleros que matan por matar. Ante este hecho el padre se mantiene serio y herido, la madre llora a más no poder y, como me lo esperaba, el hermano sólo se entristece, casi por compromiso. Pero, con gran habilidad, el director de la película no sólo derrumbo mi prejuicio sino que no permitió que aguante mis lágrimas. La siguiente escena de la película fue devastadora para mí: el hermano menor ante el insomnio, se levanta camina y entra al cuarto de su hermano fallecido, enciende la luz y encuentra sobre un velador una foto de ambos hermanos abrazados; entonces, el hermano menor comienza a llorar.

Esto me puso a pensar en mi “pequeño” hermano, Franco, que ya no está tan pequeño, un hermano que ya me ha superado en tamaño y creo que en intelecto. Porque uno de mis más grandes defectos, mi disgusto por la lectura, es su más grande pasatiempo, le encanta la lectura y no dudo en comprarle un libro de regalo en cuando puedo. Pero puedo asegurar que el piensa que me he olvidado de él, que en medio de Sofi y Gabi, mi hermanita y mi enamorada, ya no hay espacio para él. Pero no es así.

Mi hermano es para mi como un Némesis histórico en video juegos: su meta siempre ha sido intentar ganarme en todos los juegos que hemos podido probar mientras estuvimos juntos; la mía, impedir que me gane. Sé que el y yo peleamos mucho mientras estuve, y cuando voy a Cusco, pero es inevitable, somos hermanos, pero ahora estoy seguro de que ambos pese a todas esas peleas sabemos lo mucho que nos queremos y esto se demuestra en todos los momentos felices que también hemos pasado juntos.

Entre nosotros ha habido millones de apodos desde los más antiguos: como “Franco Roquita”, “Franco Babita”, “Franco Patata” con los cuales le decía de pequeños, hasta el “enano” o “pigmeo”, los cuales han quedado sin validez por su crecimiento acelerado. Y, ahora, ha ganado supremacía el que ha introducido mi pequeña hermana Sofía y mi mamá Ana Ceci: “cotito”, a lo cual yo le digo “coto”. Entre nosotros ha habido mil disculpas, mil llantos, mil insultos, mil abrazos, mil cosas, mil malentendidos, mil picadas, mil travesuras, mil locuras, entre nosotros ha existido siempre unión.

Me quedan impresas en la mente dos imágenes de mi hermano y yo: primero, un video en el cual salimos los dos chiquititos cantando y saltando con unas guitarras de juguete la canción “Liberaron a Mandela” de Miki Gonzáles que tanto me gustaba en el cuarto de la casa de mi abuela Elena supervisados por mi mamá algún domingo de nuestra niñez; y por otro lado, tengo la imagen de nosotros ya más grandes cuando mi hermano me dio una tarjeta escrita por el mismo con dinero o un dibujo, ya no lo recuerdo, en mi cumpleaños, aún conservo el sobre.

Dentro de dos años, mi hermano vendrá a vivir conmigo, compartiremos nuevamente un espacio juntos. Espero estar preparado para ese momento, será una gran prueba para ambos, pero creo que lo lograremos; al fin y al cabo, somos ambos parte de una misma familia. Somos bastante diferentes, según todos, él se parece a mi papá y yo a mi mamá, el quiere estudiar medicina y yo, derecho; pero también tenemos bastantes semejanzas, somos Murillo Chávez, nos gustan casi las mismas canciones, nos gusta jugar y nos gustan los aparatos de última tecnología. Somos hermanos, que más podían esperar.

Nuestra comunicación es bastante difícil. Sólo hablamos cuando estamos jugando o haciendo algo juntos, la distancia ha aumentado esta deficiencia, ahora sólo hablamos por MSN o por teléfono. Sin embargo, la otra vez, me dijo algo que me demostró que confía mucho en mi y es, a pesar de las diferencias y desacuerdos, mi hermano querido y mi gran amigo, como dice la canción “Amigos” de los Enanitos verdes y Alejandro Lerner que le dedico a mi hermano: “Un amigo es una luz, brillando en la oscuridad, siempre seras mi amigo, no importa nada mas”.

Cuando vi la película me puse a pensar en mi hermano y en lo valioso que soy para él y en lo valioso que él es para mí. Entre los hermanos siempre hay un cariño muy especial, un código de comportamiento distinto que con cualquier amigo, una relación distinta a cualquier otra: Franco y yo no somos la excepción, ¡Te quiero hermano! Nunca lo dudes.

sábado, 8 de noviembre de 2008

“I Have a Dream”













Ha pasado mucho tiempo desde aquel 28 de Agosto de 1963 cuando Martin Luther King Jr. desde el Licoln Memorial de Washington D.C. pronunció su famoso discurso titulado “I have a dream”. Después de 45 años, este 5 de Noviembre, escuchamos en el discurso de victoria del primer presidente negro de los Estados Unidos, Barack Obama: “Yes, we can”.

Este ha sido un momento clave en la historia de nuestro vecino país Norteamérica. Tanto por ser un golpe a su profundo e histórico racismo; “It's been a long time coming, but tonight, because of what we did on this day, in this election, at this defining moment, change has come to America.” pronunció acertadamente el nuevo presidente; así como por ser un gran momento para la democracia: “If there is anyone out there who still doubts that America is a place where all things are possible; who still wonders if the dream of our founders is alive in our time; who still questions the power of our democracy, tonight is your answer.” Señaló el flamante Barack Obama desde el Grant Park en Chicago.

Hace años, Luther King Jr. pronunciaba “I have a dream that one day this nation will rise up and live out the true meaning of its creed: ‘We hold these truths to be self-evident, that all men are created equal.’” Yo creo que, con esta elección y victoria, el gran sueño de Martin se ha hecho realidad y debemos tener la certeza de que se encuentra observándolo desde donde se encuentre en este momento. “I have a dream that one day […], with its vicious racists, […] little black boys and black girls will be able to join hands with little white boys and white girls as sisters and brothers.” Ese día porfín, después de 45 años, ha llegado.

Por otro lado, si bien existe mucho optimismo con la elección de Obama, el pueblo de los Estados Unidos de Norteamérica se encuentra actualmente en un periodo muy difícil, enfrentando una crisis económica bastante profunda, una crisis de confianza. Pero concuerdo con la idea de Nelson Manrique: “Barack Obama entiende la crisis como una oportunidad porque permite que la gente común, tradicionalmente conservadora, se plantee la necesidad de cambios. Una puerta se ha abierto.”[1]


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[1] MANRIQUE, Nelson. “Obama, Una puerta se ha abierto” en Perú21, sección Mundo, página 10. (7 de Noviembre del 2008).

Los fragmentos de los discursos han sido extraídos de la página: http://www.americanrhetoric.com/

Discurso de Martin Luther King Jr. : http://www.americanrhetoric.com/speeches/mlkihaveadream.htm

Discurso de Barack Obama: http://www.americanrhetoric.com/speeches/convention2008/barackobamavictoryspeech.htm

miércoles, 5 de noviembre de 2008

Reflexión ante la crisis mundial de la economía












“Una grave crisis de confianza sacude en estos momentos la economía mundial y la actividad financiera”[1] expresó acertadamente Nicolas Sarkozy, presidente de Francia y la Unión Europea. Esta crisis económica no es más que una crisis de confianza; sabiendo esto es preciso cuestionarnos ¿Quiénes son los únicos capaces de generar confianza o desconfianza? La respuesta es simple: las personas. Entonces, señala nuevamente, en declaraciones, el presidente Sarkozy: “la actual crisis financiera internacional no es la del capitalismo sino la de un sistema que ha ‘traicionado’ el capitalismo económico de mercado”[2]. Esto quiere decir que el principal responsable de esta crisis es el sistema económico norteamericano; específicamente, algunas “personas” dentro de este sistema económico, la denominada “élite corrupta”.

El capitalismo, propulsor del “laisser-faire” (“dejar hacer”); es decir, del libre mercado y el papel del Estado como espectador, no ha fracasado; sin embargo, continuando la idea del presidente francés, hay que “’refundarlo’ sobre las bases de la ética del esfuerzo y del trabajo”[3]. Esto quiere decir que, además, de una crisis económica se nos presenta la crisis de desconfianza que se debe solucionar teniendo en cuenta “El factor humano, moral, [que] es fundamental para repensar el lugar del estado y del mercado en la sociedad. [Porque] en realidad el asunto es más de fondo y tiene un innegable componente ético”[4]. Hablando éticamente, desde el punto de vista del paradigma de la autonomía, representado por Immanuel Kant, se afirma que una máxima; es decir, la acción de cada ser humano racional, es moralmente buena cuando logra convertirse en ley universal. Esto quiere decir, de manera sencilla, que una acción para ser buena tiene que ser buena para todos y no perjudicar a nadie (ética universalista)[5]. Por lo que las acciones de los dirigentes de algunos bancos norteamericanos y empresas privadas al ser corruptos, irresponsables, incapaces y, así, conseguir beneficio propio, comisiones o sobornos, a costa de los demás, son acciones inmorales.

Además, como señala el publicista y comunicador Gustavo Rodríguez en su artículo “Ahora es mi problema” en el Diario El Comercio de Lima, explicando un cuento titulado “Las lagartijas” relatado por François Vallaeys acerca de la solidaridad y la responsabilidad: “Ya no son lagartijas las que se pelean por un insecto [y perjudican a todos los animales que se mostraron indiferentes ante el problema]: son banqueros norteamericanos que pelean por un mercado hipotecario de manera irresponsable, otorgándoles créditos a personas que no tienen cómo pagarlos, llevando la cadena de acontecimientos al cataclismo económico en el que todos estamos pagando los platos rotos”[6]; Esto se refiere a la irresponsabilidad de esta “élite corrupta” y al “aporte fiscal de 700,000 millones”[7] que ha realizado del gobierno norteamericano, aquí cabe presentar el término de “Comunismo de los ricos”[8], idea planteada por Nelson Manrique, para aclarar la idea, “paradójicamente, […] son los ciudadanos de a pie los que, con la plata del Estado, que es de todos, tienen que acudir a tapar los huecos millonarios generados por una minoría de corruptos e irresponsables.”[9] Entonces, “Las ganancias son privadas, las pérdidas, públicas: el comunismo de los ricos”[10].

Del mismo modo, nos dice el Génesis: “Tomó, pues, Yahvé Dios al hombre, y le puso en el jardín del Edén para que lo cultivase y guardase”[11]; y, como señala la editorial de la revista SIGNOS, “el centro de la economía debe ser el hombre concreto”[12]; entonces, el hombre es a quien Dios ha confiado su obra y el hombre es también responsable de ella. Porque “ningún sistema, ni el estado ni el mercado, ni cualquiera de las formulas posibles de combinación de ambos que pueda imaginarse tendrá sostenibilidad si por encima o al fondo de esas estructuras económicas no existen hombres y mujeres solidarios y corresponsables.”[13] Cómo lo señala el documento “Gaudium et Spes” del Concilio Vaticano II: “es deber permanente de la Iglesia [es decir, todos nosotros, los creyentes] escrutar a fondo los signos de la época e interpretarlos a la luz del Evangelio, de forma que, acomodándose a cada generación, pueda la Iglesia responder a los perennes interrogantes de la humanidad sobre el sentido de la vida presente y de la vida futura y sobre la mutua relación de ambas”[14]. Así, nos señala el texto bíblico; es decir, la palabra de Dios, su voluntad: Dios nos ha confiado su creación, entonces los hombres, frente a esta responsabilidad, ahora con este signo (la crisis mundial de la economía) y todos los signos de los tiempos que se presenten en nuestra época, según la teología y siguiendo la voluntad de nuestro Dios, debemos cuidarla y ser responsables de ella.

Esto quiere decir, en mi opinión, que todo en este mundo para lograr un correcto funcionamiento, en este caso de la economía, sólo depende del hombre y sus acciones; por un lado, desde el punto de vista ético, de que sus acciones sean moralmente buenas; y, desde el punto de vista teológico cristiano, que sus acciones se realicen conforme a la voluntad de Dios. Por esto, la crisis también es una oportunidad; una oportunidad, como expresa, Sarkozy, “para tomar medidas concretas destinadas a favorecer la vuelta de la confianza”[15]; confianza, no sólo en unas cuantas personas, sino confianza en los seres humanos y sus acciones correctas por el bien de todos.
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[1] “Carta del presidente Nicolas Sarkozy a los miembros del Consejo Europeo” (3 de Octubre de 2008)
La cita textual está redactada en francés: “Une grave crise de confiance ébranle l'économie mondiale et l'activité financière.”
[2] “¿Qué es lo que en verdad se ha derrumbado?”. Editorial de la revista SIGNOS. Octubre 2008.
http://www.bcasas.org.pe/revista.pdf
[3] Ibídem.
[4] Ibídem.
[5] Ideas derivadas del “Imperativo categórico”, concepto ético en “Fundamentación de la metafísica de las costumbres” de Immanuel Kant (traducción de Manuel García Morente): “Obra sólo según una máxima tal que puedas querer al mismo tiempo que se torno ley universal”. Y del texto del libro “Debates de la ética contemporánea” (2007) Editorial PUCP, Lima: Perú; de Miguel Giusti y Fidel Tubino.
[6] La fabula está descrita por completo en el artículo “Ahora es mi problema” (1 de Noviembre del 2008) Punto de vista de Gustavo Rodríguez en “El Comercio” Lima: Perú.
http://www.elcomercio.com.pe/edicionimpresa/Html/2008-11-01/ahora-mi-problema.html
[7] “¿Qué es lo que en verdad se ha derrumbado?”. Editorial de la revista SIGNOS. Octubre 2008.
http://www.bcasas.org.pe/revista.pdf
[8] Ibídem.
[9] Ibídem.
[10] “El comunismo de los ricos” (22 de Septiembre del 2008) de Nelson Manrique, en Perú21.pe Lima: Perú.
http://peru21.pe/impresa/noticia/comunismo-ricos/2008-09-22/225320
[11] Génesis 2, 15. Biblia Nácar-Colunga (2001) Biblioteca de autores cristianos, Madrid: España.
[12] “¿Qué es lo que en verdad se ha derrumbado?”. Editorial de la revista SIGNOS. Octubre 2008.
http://www.bcasas.org.pe/revista.pdf
[13] Ibídem.
[14] “Gaudium et Spes” en Concilio Vaticano II. Archivo de documentos del Vaticano.
http://www.vatican.va/archive/hist_councils/ii_vatican_council/documents/vat-ii_const_19651207_gaudium-et-spes_sp.html
[15] “Carta del presidente Nicolas Sarkozy a los miembros del Consejo Europeo” (3 de Octubre de 2008)
La cita textual está redactada en francés: “pour arrêter ensemble les principes de notre action commune. Il me paraît indispensable que nous arrêtions également à ce moment là des mesures concrètes propres à favoriser le retour à la confiance”.

Diseño del artista cusqueño Jorge Flores Najar, mi querido Tío.